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Ansiedades, medicamentos y administración

La ciencia en sus distintos campos se destaca por hacer evaluaciones y estudios que sirvan al ser humano de y para algo. Me toca hoy hacer una revisión a un problema que trae muchos dilemas que es la ansiedad, un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad para lo que existen terapias, medicamentos y estilos de vida que pueden ayudar a regular los niveles de ansiedad que tienen serios efectos en nuestra vida cotidiana.

Estro trae generalmente a tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteos (palpitaciones cardíacas). Por este motivo la industria farmacéutica se hace de productos farmacológicos para atender casos cómo estos, y ahora nos preguntamos por eso; ¿Qué pasa cuando dejas de tomar de repente los medicamentos contra la depresión y la ansiedad?.

Una de cada ocho personas en el mundo sufre de algún problema de salud mental, según un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En ese contexto, también se ha visto un aumento en la demanda del uso de medicamentos para tratarlos.

Muchos pacientes caen en esta trampa de que funciona lo que consume, a menudo porque los medicamentos están surtiendo efecto: como se sienten bien, pueden tener la impresión de que el problema está resuelto.

En otros casos, son los efectos adversos del tratamiento los que llevan a algunas personas a suspender el tratamiento de forma abrupta que es una alternativa que puede significar problemas al afectado por estas complicaciones. Muchos casos  tienen su solución en vivir en paz en la vida que tengamos, sin tensionarnos o estresarnos por lo que sea que no requiera preocupaciones extremas, la buena alimentación y el ejercicio diario se encuentran entre las alternativas recomendadas por la ciencia médica, encargada de mejorar o tratar nuestra salud.

Suspender medicamentos como los que se usan para tratar la ansiedad y la depresión así sea por un día puede alterar las señales químicas del cerebro y provocar síntomas como náuseas, cansancio, mareos y sensación de “cabeza liviana” o aturdimiento ligero que es la sensación de que está a punto de desmayarse o “perder el conocimiento”.Uno puede sentirse mareado.

El corte abrupto y consecuencias

Un estudio reciente señala que más de la mitad (56%) de las personas que intentan dejar de tomar antidepresivos presentan síntomas adversos, y casi la mitad de ellos (46%) describe los efectos secundarios como graves. Es el llamado “síndrome de abstinencia”, que puede ser causado por la interrupción del uso no sólo de antidepresivos y ansiolíticos, sino también de hipnóticos, antipsicóticos, estabilizadores del estado de ánimo y estimulantes (incluidos los fármacos utilizados en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). 

 

Lo que indica que no es recomendable no seguir medicandose una vez iniciado el tratamiento farmacológico. Los pacientes que inicialmente responden bien a un fármaco pueden responder más lentamente o resistirse a retomar el tratamiento que se suspendió abruptamente. Cuando se nota una mejoría en la depresión y la ansiedad, es natural sentir que los medicamentos ya no son necesarios, pues los síntomas parecen haber remitido, explica un médico especializado en el campo neurológico.

Entre los efectos secundarios más comunes de los medicamentos psiquiátricos, el médico se destaca:

  •   Disminución de la libido.
  •   Somnolencia
  •   Aumento de peso
  •   Efectos gastrointestinales
  •   Mareo
  •   Náuseas-Temblores.
  • Los medicamentos utilizados para tratar los trastornos mentales alteran las señales eléctricas que se transmiten dentro del cerebro a través de cambios en la composición química del órgano. Haciendo a su vez que tendamos a reaccionar de manera distinta que lo hacemos ansiosos o deprimidos.

Es común que una persona en tratamiento psiquiátrico piense que estará condenada a consumir estos medicamentos para siempre. Los tratamientos suelen tener un principio, un desarrollo y un final, lo que a su vez no debe preocupar al paciente las recomendaciones de su médico para mejorar su condición de salud que  no solo se trata de tener un peso adecuado con su dimensión y exigencias diarias sino también y sobre todo tener una mente en condiciones adecuadas para lograr meditar bien y hacer frente a las demandas que tenga en su día a día.

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