Durante las últimas elecciones, se vio la compra masiva de votos con candidatos que pagaban desde G. 100 mil a G. 300 mil por persona. Esto, ante la falta de acción de las instituciones responsables como el Ministerio Público o la Policía Nacional.
Selva Castiñeira, politóloga, afirmó que tristemente se volvió una costumbre donde en cada elecciones, se observa la compra de votos y la repartija monetaria.
“Es tanta la necesidad y la pobreza que el electorado aprovecha para pedir en épocas electorales algo que no lo podrá hacer cuando el candidato ya haya sido electo. Tenemos una generación de políticos que genera pobreza para luego generar votos con dádivas”, afirmó.
Sostuvo que esto imposibilitará la generación de cambios positivos para el país.
“Mientras no cambiemos la manipulación de las elecciones. Mientras los políticos no se den cuenta de que el bienestar del país es lo primero, seguiremos así. Hay que ver la manera de que los políticos de bien, concienticen a la gente de que es posible hacer bien las cosas, que nosotros somos los que debemos elegir a los buenos representantes”, comentó.
MARTÍNEZ
Clara Martínez, politóloga, afirmó por su parte que el problema es estructural, ya que para que pueda haber una gran transformación, primero se debe trabajar para desarrollar una cultura cívica.
“La compra de votos tiene que ver con la estructura donde las instituciones responsables como el Ministerio Público no hacen sus funciones. Hay denuncias contra los actores pero las instituciones no dan respuesta”, manifestó.
Sostuvo que la ciudadanía está muy descontenta por la calidad de sus representantes políticos. Por lo que ve como la única oportunidad para sacar algo a los políticos.
“El resto de los cinco años se olvidan de nosotros. Ahora tenemos una crisis de representatividad. Los ciudadanos ya no creen en los políticos porque siempre fuimos víctimas de engaños y traición por lo que ven como una oportunidad única y repercute en la calidad de la democracia», concluyó.