El proyecto “Amor por la lectura” inició en el año 2018, en ese entonces era llamado “Cuento Contigo” y en ese momento trabajaron desde la educación formal y luego se fueron haciendo algunos talleres de capacitación con los docentes, explicó la oficial de primera infancia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Patricia Misiego.
En esa primera etapa también se realizó un festival de libros en el que se planteaba que los niños escriban cuentos, paralelamente a ello, se hizo una campaña de recolección de libros para dotar a las instituciones educativas de mayor cantidad de materiales.
El segundo eje de la labor consistió en trabajar en espacios abiertos de los municipios. “A finales del 2019 y comienzos del 2020 se lanzó finalmente como proyecto “Amor por la lectura”, el cual se desarrolló en las vacaciones del año escolar y nuevamente se trabajó con los municipios y en espacios abiertos”, expresó. Con la llegada de la pandemia, comenzaron a elaborar materiales que ayudasen a la continuidad de aprendizaje y de un soporte a los padres con algunos tutoriales y mensajes. Manifestó que este año están trabajando con mayor apertura. Primeramente, hacen hincapié en el fortalecimiento de los municipios y de las instituciones a nivel más educativo para apoyar a las familias.
La segunda línea está relacionada con la inclusión, desarrollar materiales o capacitar a los docentes para que tengan un enfoque de diseño universal del aprendizaje y que los niños desde la primera infancia puedan acercarse a distintos materiales a la literatura, sea por audio o texto, lo que sea más factible, multisensoriales, y la tercera línea está enfocada en una campaña de sensibilización y recolección de libros.
Mencionó que si al niño se le lleva en la primera infancia de manera natural a la lectura lo reciben como una actividad novedosa y llamativa.
“Más que nada la lectura siempre está asociada con este momento afectivo en el cual realmente un adulto está atendiendo al niño y entonces se crea un clima afectivo propicio, por eso la denominación del proyecto, lo que buscamos es el vínculo del adulto significativo para ese niño que le acerca a la lectura”, declaró.
Señaló que los libros llegan a través de los docentes, psicólogos y voluntarios. Además, la Unicef realiza una formación a través de un curso. De esta forma, estas personas se convierten en promotores y dinamizadores de la lectura en los rincones en los que estuvieron instalados.
Misiego comentó que la organización entregó a las familias seleccionadas kits de libros que son adecuados para la primera infancia.
Sostuvo que, a su vez, esos kits fueron elegidos teniendo en cuenta ciertos criterios para niños de 0 a 2 años, tales como: que tengan imágenes, hojas duras, que sean de tela o que tengan una textura específica. A partir de los tres años, fueron destinados textos con mayor contenido literario o algún drama no muy complejo, pero con un inicio, desarrollo y final de la historia.
Resaltó que también tuvieron en cuenta el tamaño y formato. “Para los kits de las familias tenían por lo menos tres libros que son de 0 a 2 años, con más resistencia, debido a esa edad los niños consideran al libro un juguete, que lo puede llevar a la boca y saborear”, sostuvo.
Destacó que también buscaron libros más literarios con temáticas de inclusión. “Hay libros que hablan sobre que es ser celiaco, el Síndrome Down y otros que son recomendados específicamente para esta edad”, reveló.
Finalmente, contó que los niños de este programa van desde los 0 a 6 años debido a que llegaron a hacer la formación con docentes y psicólogos del nivel inicial.