miércoles, octubre 29

Agradece por estar vivo / Félix Giménez

Con tanto caos que vivimos en el día a día, muy a menudo solemos olvidar algo
importante: estamos vivos. Podemos respirar, sentir y pensar. Aunque la incertidumbre
y el dolor sean parte del trayecto, la vida sigue siendo un milagro en este universo. El
amanecer de un nuevo día es otra posibilidad de volver a empezar.

Nuestra época actual es una donde todo parece exigir más. La productividad y el
reconocimiento son lo que hoy mueve a la mayoría; en esa carrera perdemos de vista
el simple hecho de poder existir. No todos tienen el privilegio de una nueva mañana
por disfrutar, sea para detenerse a mirar al cielo, leer un libro, o escuchar a sus seres
queridos. Actos sencillos que pueden recordarnos lo que realmente valoramos.

Claro que no podemos pasar por alto el sufrimiento, pero no se trata de negarlo, sino
de ponerlo en perspectiva. La gratitud por la existencia no elimina las dificultades, pero
sí puede brindarnos fuerza para enfrentar un día más. Al ser conscientes de este
hecho, aprendemos a cuidar mejor de nosotros y de quienes apreciamos. La vida
entonces deja de ser una carga y se convierte en una misión.

La vida no es perfecta, pero siempre ofrece razones para sonreír. Hoy, antes de
dormir, pongámonos a pensar mínimo en tres cosas por las que agradecer en nuestra
vida. Aun si estamos cansados, si hay dolor, reconozcamos que, mientras estemos
aquí, todavía hay esperanza. Recordemos que por algo hemos venido a este mundo, y
quizá valga la pena encontrar esa razón de vivir.