“A los 14 años empecé a leer artículos, a ser crítico en plena dictadura”

Rememoró que, a los 14 años, imprimió un periódico en mimeógrafo con sus compañeros del Colegio Nacional Saltos del Guairá y eso hizo que el director periodístico de la radio local ZP 27, Radio Mbaracayú, Pablo R. Benítez, conocido locutor de esa época, lo llamara y le dijo que le gustaban mucho sus artículos y le preguntó si no quería venir a leerlo en la radio durante noticiero el central del mediodía.

“A esa edad empecé a leer esos artículos en el programa, empecé a ser crítico, estamos hablando de los años 70, en plena dictadura”, resaltó.

Mencionó que hizo un comentario en el que afirmaba que Itaipú iba a matar a los Saltos de Guairá y que correspondía por lo menos, si no se podía evitar eso, que les paguen una compensación.

“No le gustó eso al delegado del Gobierno, Óscar Osmar Báez y me mandó llamar. Vinieron unos policías a llevarme demorado en la jefatura y cuando después me liberaron me advirtieron que no tenía que criticar al Gobierno”, expuso.

Luego de ese episodio, volvió al día siguiente para hacer su programa y el dueño de la radio lo avisó con mucha pena que había recibido una orden superior de que no hable más en el micrófono.

“Para un joven preadolescente era descubrir el poder que tiene el periodismo y cómo puede incomodar a los poderosos. Ahí nació mi vocación, tenía más o menos esa intención, pero en ese momento decidí terminar mi colegio, venir a Asunción y estudiar periodismo”, reveló.

Posterior a esto, en el año 79, llegó a Asunción. Su papá había fallecido en un accidente de tránsito, por lo que solo quedaron su mamá, sus hermanas y él.

“Vine a estudiar, necesitaba trabajar, un tío me consiguió una audiencia con el director de Última Hora. Yo ya estaba en el primer año de la Facultad de Filosofía, en la carrera de periodismo. Me tomaron como practicante, pero a los tres días después de ver una cobertura que hice, me nombraron periodista novato y ahí empezó mi carrera”, afirmó.

Declaró que no logró terminar la carrera universitaria debido a que el mismo cubría el área de agricultura y viajaba mucho al interior, por lo que llegaba ya a la noche, muy tarde, por lo que le era muy difícil estudiar.

Igualmente, comentó que tuvo una discusión con un profesor de historia porque cuestionó que en un libro ponían a Stroessner como un gran patriota y héroe de la democracia. “Yo le dije: usted está mintiendo, profesor. Y él me dijo que yo nunca iba a aprobar su materia. Entonces, en algún momento yo elegí dejar de estudiar y trabajar en el diario, porque ya tenía una carrera en el ascenso”, expresó.

Aseguró que el periodismo le dio muchísimas alegrías y que muy pocas profesiones te ayudan a conocer la dimensión del alma humana y sus aspectos positivos y negativos.

“Yo conocí desde la miseria más profunda hasta las cosas más positivas en general. Entre las alegrías que tuve fue ayudar a gente que tenía un drama social, comunidades, personas que tenían algún problema y que, por una publicación en el diario, eso se resolvía. Contar muchos de los hechos de corrupción y problemáticas que había, que gracias a eso se resolvía o había una respuesta”, sostuvo.