Entre el 2 y 3 de febrero de 1989, un golpe de estado significó la salida del poder de uno de los gobernantes más dictatoriales del Paraguay: Alfredo Stroessner. Tras 35 años en el poder, de la mano de la violación sistemática de los Derechos Humanos, el exgobernnate obtuvo incluso el pseudónimo de “tiranosaurio”.
Con la caída de la dictadura, entre luces y sombras, el Paraguay recorrió la senda de la transición democrática. Un proceso que fue encabezado por el mismo partido que sostuvo al régimen stronista durante 35 años en el poder.
“El problema de la transición paraguaya es que el partido político que gobernó durante el stronismo siguió en el poder durante la transición. No hubo alternancia. Lo que supone que todo ese aparato legislativo e institucional, que se creó sobre todo después de la Constitución del 92 fue administrado y hasta ‘deformado’ por el partido que había gobernado la dictadura también”, mencionó Milda Rivarola, historiadora y socióloga.
En este sentido, la analista detalló que si bien durante la transición democrática mejoraron ciertos indicadores como el acceso a la educación, la salud o el agua potable, también se arrastraron los mismos vicios.
“Entraron los mismos vicios y la misma lógica política que había bajo la dictadura. Ese retroceso institucional se acentuó principalmente desde el 2012. Antes se veía el mejoramiento en indicadores con el Gobierno de Nicanor y el de Lugo, pero a partir de 2012, se volvió más visible y se aceleró el proceso de degradación institucional, de corrupción y de todo esos vicios”, señaló.
Milda Rivarola, socióloga.
EL STRONISMO CONTINÚA EN EL PODER
El doctor Domingo Laíno, militante del PLRA y referente en la lucha contra la dictadura, recordó que el régimen dictatorial aún continúa en el poder. Así, uno de los pioneros en enfrentarse a la dictadura manifestó que si bien en la actualidad el gobierno autoritario ha mejorado sus técnicas, todavía persiste la criminalización a la lucha social.
“El stronismo aún está en el poder. Con otros métodos y actitudes, en un nuevo escenario, pero ellos son los que gobiernan. El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, sigue defendiendo al stronismo”, sostuvo.
Uno de los indicadores de esta realidad se refleja, por ejemplo, en la falta de actividades de conmemoración de la caída de la dictadura durante el 3 de febrero, según Laíno.
Asimismo, el doctor lamentó que en este proceso de transición de democrática, el Paraguay se transformara en el “nido del narcotráfico”, en medio de altos índices de inseguridad.
“Resulta que nosotros habíamos puesto el pecho y el corazón para derrocar a la dictadura y estamos desconsolados. Estamos prácticamente en el nido del narcotráfico. En este momento, hombres y mujeres del Paraguay deben unirse para derribar a este sistema que da lugar al narcotráfico, lavado de dinero, contrabando”, aseguró.
Dr. Domingo Laíno, referente en la lucha contra la dictadura.
AÑORANZA POR EL AUTORITARISMO
En el contexto de la inseguridad reinante y las debilidades institucionales, se ha afianzado en la sociedad una suerte de añoranza por el régimen autoritario y dictatorial, pese a la violación sistemática de los derechos humanos que se vivió en aquella época.
El Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 600 millones de habitantes. En su informe correspondiente al año 2021, reveló que los paraguayos aún prefieren un gobierno autoritario.
“Los autoritarios alcanzan 24% en Paraguay, 22% en México y 16% en Ecuador con un mínimo de 8% en Uruguay (sin considerar Venezuela que es una dictadura)”, se da a conocer en el estudio.
Como reflejo del informe, no pasan desapercibidas las frases: “Antes se vivía bien” o “Podíamos dormir con las ventanas abiertas”.
Al realizar un análisis histórico de esta perspectiva, el historiador Pedro Caballero recordó que la juventud no encontró en los gobiernos que se instauraron tras la caída de la dictadura una solución a problemas acuciantes como, por ejemplo, la inseguridad y el desempleo.
“El mismo partido político que gobernó durante la dictadura sigue en el poder. Es evidente que no van a tener un discurso reacio o contrario al régimen. Entonces, se instaura ese discurso de que ese fue un gobierno de paz, prosperidad, tranquilidad Ese discurso es el que sigue teniendo la juventud. La juventud de la democracia creció con el tema de la inseguridad y la falta de empleo que son problemas que no pudieron solucionar ninguno de los gobiernos tras la caída de la dictadura”, refirió.
En esta misma línea, el docente de la Universidad Nacional de Asunción afirmó que son contados los libros escolares que utilizan el término dictadura entre sus líneas. Esta sería otra de las razones por las cuales el discurso de las bondades del stronismo calá con más fuerza en la población.
“Se menciona solamente que fue algo que duró mucho en el tiempo, pero nadie se anima a mostrarle a los jóvenes cómo fue su gobierno. Eso creo que, de alguna manera, hace que siga perdurando esa idea de un gobierno que creció económicamente y fue estable, que lleva aparejado la figura de Stroessner”, detalló.
Pedro Caballero, historiador.
NUNCA UNA MIRADA CRÍTICA
La historiadora Milda Rivarola recalcó que el sistema educativo no insistió en la formación cívica. De hecho, la socióloga expresó que “hubo mucha gente que fue beneficiada con el stronismo, sus descendientes y nietos.También, hubo gente a quien las reformas democráticas no lograron satisfacer. Entonces, buscan algún mito anterior por desinformación y en otros por desilusión digamos”.
Rivarola recordó además que el Partido Colorado nunca realizó una mirada crítica del régimen dictatorial y que, hasta ahora, el expresidente de la República continúa como “miembro honorífico de la asociación partidaria”.
“Ellos nunca hicieron una mirada crítica hacia lo que fue su mirada a la dictadura. Globalmente, el Partido Colorado sigue siendo stronista hasta ahora, que está representado como el núcleo duro del stronismo”, concluyó.
