POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO
HOMILÍAS REITERADAS
La novena a la Virgen de la Inmaculada Concepción, más conocida como la Virgen de Caacupé, se inicia esta semana y desde el púlpito escucharemos mucho de lo que hemos venido escuchando hace bastante tiempo y que pareciera que les entrara por una oreja y les saliera por la otra a los feligreses y a los mandatarios de este país.
Se volverá a hablar de los altos niveles de corrupción, del robo de la cosa pública, del desapego a trabajar en favor de los desvalidos, de la gente pobre, de hacer un país más equitativo, más justo, con mejor distribución de la riqueza.
Todas esas encuadradas dentro de un evangelio que insiste mucho en dar la preferencia a ese sector. Vamos a escuchar también, en la presencia de los políticos, que algunos, buscando votos, se presentarán en varias de las celebraciones y la discusión acerca de si Peña irá o no a la misa del 8 de diciembre. Pero todo esto consideramos ya también irrelevante si finalmente todo lo que escuchan no lo llevan a la práctica y no hablan de lo que es el leitmotiv de esta celebración, el bien común.
Se dice que la política es la búsqueda de ese bien común que hace bastante tiempo ha quedado marginado en el interés de los mandatarios y muchas veces también de los propios mandantes. Es el tiempo de buscarle sentido y, fundamentalmente, no solo preocuparnos sino ocuparnos en la búsqueda del bien común.
DESDE AFUERA ES MEJOR
Los políticos están en la búsqueda de candidatos que puedan despertar la intención de la gente en el momento electoral. Muchos vienen desde afuera de la política, especialmente de una crisis al interior de los partidos, cada vez mayor. Y eso no solamente se proyecta a los tradicionales, el Colorado y el Liberal, sino también va colocando a los otros partidos que han sido creados durante este período democrático.
Muchas veces repitieron los mismos vicios de los partidos tradicionales y estos han venido perdiendo fuerza frente a movimientos y a personas que están por fuera de estas agrupaciones políticas, como la que piensa el cartismo ahora para la capital paraguaya.
Camilo Pérez, un dirigente del deporte, está interesado en ser intendente de una ciudad que ha sido absolutamente demolida por la corrupción de las administraciones coloradas. Ha sido realmente muy difícil buscar desde adentro y desde afuera a alguien que vaya con la chapa colorada y tenga posibilidades de éxito en los comicios del próximo año.
Necesitamos alternancia, pero también con alternativas puestas a trabajar de forma diferente. Que alguien sustituya al otro por ser diferente solo en la declamación no nos sirve. Debería tener una actuación en lo político completamente distinta a la que han venido teniendo los partidos tradicionales con sus candidatos.
De lo contrario, vamos a seguir en lo que ha sido la característica de los últimos tiempos. Meter a un disc jockey como Ferreiro o a un animador de cachaca como el número 2 no alcanza ni sirve para cambiar.
¿VUELVE EL HAMBRE?
Las cuestiones del hambre cero vuelven a plantearse, esta vez con respecto a qué tipo de programa tiene que hacerse y con qué proyección. Están terminando los
platos de comida en las escuelas esta semana y uno dice: y posteriormente, ¿qué ocurre? Nada.
Ese niño que se decía que si no comía no aprendía tendrá que pasarse las vacaciones supuestamente sin comer. En realidad lo van a hacer porque nos imaginamos que los padres o parientes se encargarán de lo que siempre ha sido la responsabilidad de este colectivo: dar de comer, proteger, cuidar y, por sobre todo, arropar a los miembros de la familia.
Este hecho de buscar, a través de la comida, todo un mecanismo que mueva la economía para los sectores administradores del mismo no tiene ningún parangón en países en donde tengan la jornada doble que tampoco tenemos en el Paraguay. En otros países se da de comer porque el niño entra a las 8 de la mañana y sale a las 3. Pero aquí se hace única y exclusivamente con un propósito político y usando los recursos de Itaipú hasta el año 2027 en que habrá fondos. Posteriormente ya tendremos inconvenientes como los que se presentan en la actualidad con los fondos de Itaipú y con todo eso, sin embargo, no se les paga a los proveedores.
El hambre cero no deja de ser un gran negociado muy lejos de lo que tendría que ser un verdadero propósito centrado en la educación y en la responsabilidad de los padres de alimentar a su prole.
Periodista Senior