POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO
UN ESTADO MOROSO
Es evidente que la Administración Pública Paraguaya necesita severos ajustes para no seguir generando tantas pérdidas millonarias como las hace en la actualidad, que no puede pagar acreencias básicas y fundamentales, como es el caso que atraviesa la empresa proveedora de agua Essap, a la que la ANDE, otra empresa pública generadora de electricidad o distribución de ella, le ha cortado el suministro porque le debe millonarias sumas en dólares que no paga. Debido a que esto generó un malestar en mucha gente que quedó sin agua en el día de ayer, pagaron una pequeña fracción.
La pregunta es cuánto asume la deuda interna del país. La externa más o menos la conocemos, pero la interna cada día nos genera una sorpresa mayor, porque entre las propias empresas del Estado se debe. El propio Estado Central le debe, por ejemplo, al IPS más de 700 millones de dólares y, si se suman lo que deben solo en luz Copaco, INC, UNA, etc., son montos siderales.
El mayor moroso del sistema es al mismo tiempo el que coloca a las autoridades del IPS, que jamás se rebelarán ni le exigirán cosas graves a ese Estado, que finalmente es su patrón, y no los patrones y los empleadores, que son los verdaderos dueños de la previsional. Mucho por arreglar en un Estado en donde el administrador de cañas se dedica a preconizar Dios, patria y familia. Un tal José Ocampos, que dejó la empresa que fabrica cañas en situación de bancarrota, a tal punto que su sucesor tuvo que entregar la administración ayer porque no era posible sacarla del lugar en que la colocaron los administradores anteriores.
Hay que arreglar la casa. Este desajuste nos cuesta millones de dólares a cada uno de los paraguayos y afecta severamente a la economía en su conjunto.
CANDIDATO A DEDAZO
Las cuestiones políticas están cada vez más lejanas de la gente. Ahora el Partido Colorado, en su cúpula gobernante actual, su movimiento mayoritario, dice que va a reunirse para designar quién va a ser el candidato para intendente municipal de Asunción. Creen que el mejor para ellos es un hombre que viene del mundo empresarial y estuvo al frente del Comité Olímpico Paraguayo, Camilo Pérez. Quien dijo: “Sí, Cartes, el verdadero dueño del movimiento, me llamó y me ofreció el cargo”, lo que significa que todo es una cuestión simplemente de procedimiento para que los seguidores de ese movimiento le den el aval luego de la bendición recibida por el propio Cartes.
La gran pregunta es si el pueblo colorado de Asunción, que tiene que escoger a quien crean que es el mejor intendente, ya no pesa, ya no tiene ninguna relevancia ni trascendencia; es simplemente acatar aquello que desde la cúpula le dicen que es a quien tienen que votar. ¿Dónde quedó la democracia en el sentido de la participación de la masa del pueblo, de los individuos, en la decisión que deben tomar con respecto a un candidato?
Cada vez la política más desenganchada de la sociedad y del conjunto de votantes de un partido político.
Es probable que hagan un sacrificio enorme con Camilo Pérez buscando que su derrota no golpee de nuevo a la clase política y ella vuelva a emerger después de la misma afirmando: “Somos nosotros los únicos que podemos continuar con esto”, pero en el fondo lo más gravitante es que la política se encuentra desenganchada de la gente y ella profundamente decepcionada.
ALIANZAS QUE NO LLEGAN
La organización que tiene en términos administrativos el Estado para llevar adelante obras públicas no ha dado resultado hasta el momento.
La alianza público-privada solamente en algunos casos, como la ruta número 2, aparece como una cuestión interesante de ser llevada adelante. Sin embargo, ahora se habla de lo mismo en la ampliación de la ruta 1, pasando incluso por Paraguarí desde San Lorenzo. Veremos cuántos interesados surgen en torno al mismo y qué cantidad de oferentes se presentan para llevarlo adelante.
También se plantean otras cuestiones como el viaducto sobre la ciudad de Luque, que ya ha generado también una gran reacción en contra no solamente de ambientalistas sino también de personas que viven en esa urbe que está creciendo aceleradamente. El Estado se ha encontrado ahora sin dinero para llevar adelante estos proyectos y no puede endeudarse más del 40% del Producto Interno Bruto como lo hace en la actualidad. Habría que ver cuántos interesados se encuentran en la línea o en la fila para llevar adelante proyectos como el tren de cercanías, la ampliación de nuestras rutas y otras obras públicas que requieren ser llevadas adelante en un momento de grandes turbulencias económicas al interior del gobierno de los economistas.
Periodista Senior