viernes, noviembre 7

3×3 (08/10/25)

POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO

MAS PLATA, PERO MENOS JUSTICIA

Existe un notable desencanto social con la justicia en nuestro país y, en medio de esa desilusión, los administradores de la justicia del Ministerio Público están pidiendo una importante cantidad de recursos económicos en el presupuesto del próximo año. Dicen que ya no pueden atender muchos de los casos que llegan buscando justicia, que les faltan jueces y fiscales, y que requieren más plata.
En medio de todo esto, la sociedad se pregunta por qué tendría que seguir dando recursos a instituciones que no funcionan para los intereses de la gente y que lo único que hacen es aumentar los niveles de impunidad en cuestiones que tienen que ver con la administración de la cosa pública. Esta tensión entre los representados y los representantes se va a observar en la aprobación o rechazo de esta petición que hicieron el Poder Judicial y el Ministerio Público al Congreso y, posteriormente, al Ejecutivo. Detrás de toda esta cuestión, lo que tendríamos que mejorar es notablemente el nivel de calidad de nuestra justicia y que deje de tener miedo cuando se trata de buscar justicia en el caso de los poderosos.


LA EDUCACIÓN SE OLVIDÓ DE SU ROL

Las cuestiones que tienen que ver con el mejoramiento de la calidad educativa en el Paraguay siguen esperando y postergándose. La educación es noticia por los casos de corrupción en la administración del programa Hambre Cero y también en la contratación para la compra de libros, por ejemplo, pero nadie está hablando de cómo y qué hay que hacer para mejorar el contenido educativo. También se observa que la calidad de aquellos que pretenden ser docentes está muy lejos de lo que realmente requieren los tiempos que nos toca vivir, en los cuales el 66% de la riqueza se genera en el conocimiento, en la cabeza de la gente.
Si eso no lo estamos cultivando y preparando de cara al futuro, en todos los estadios de preparación y de formación, desde el kindergarten hasta la formación universitaria, no vamos a cambiar la lógica en la que estamos. Seguiremos siendo un país que provee materias primas, alimentos, entre otras cuestiones que constituyen solo un 6% de la riqueza mundial, y nos quedaremos fuera de las posibilidades de alcanzar alguna vez el desarrollo.


MALA NEGOCIACIÓN

Las cuestiones internacionales en las que el Paraguay aún no ha resuelto su posición pueden terminar costándonos muy caro a corto tiempo, como es el caso de la renegociación del Anexo C. Ahí se espera que Brasil responda a las acusaciones de que había espiado a los paraguayos que estaban negociando el tema de Itaipú, pero si no se resuelve todo esto en muy poco tiempo, terminará afectando severamente los pocos ingresos que ya quedan de lo que el Paraguay podría aspirar en el tema de Itaipú.
De esto venimos perdiendo mucho dinero desde que se inició la obra, por una muy mala negociación. Algunos analistas calculan en 74 mil millones de dólares la cantidad de dinero que no hemos recibido de parte de nuestro condómino, el Brasil, por una energía que ha sido prácticamente regalada a esa nación, que apuntaló su desarrollo industrial sobre la base de esa energía, especialmente San Pablo. El Paraguay requiere volver a plantear su soberanía, pero con negociadores que realmente pongan al Paraguay por delante y que no tengan que claudicar cuando se trata de pedir aquello que, por justicia, se nos debería dar.
Estamos perdiendo mucho tiempo, mucho más todavía en estos tiempos finales, en los que al menos algo podríamos haber pellizcado de todo lo que nos perdimos en la generación de energía de Itaipú.