jueves, diciembre 4

3×3 (04/12/25)

POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO

CARNE POR LOS CIELOS

Los altos precios de la carne en los últimos tiempos han generado una serie de inquietudes en torno a cuál debe ser el rol que tendría que jugar en una economía abierta el Estado. Uno de los diputados cercanos al movimiento oficialista afirmó que debería de nuevo establecerse un frigorífico nacional que regulara los precios de la compra del ganado en pie y, posteriormente, para procesarlo en forma de carnes de venta al consumidor.

Una especie de Petropar en el negocio de las carnes. Los que dicen lo contrario afirman que las carnes suben porque hay una demanda enorme del mercado norteamericano que ya se ha convertido en el tercer gran comprador de esta proteína paraguaya, que este año puede llegar a superar 2.000 millones de dólares de venta hacia el exterior. Se afirma que los paraguayos, que han tenido que aguantar un incremento de casi el 50% en un año del precio de la carne, deben estar pagando lo mismo que están pagando aquellos que compran desde afuera, y eso, para un país como el nuestro, de 14 millones de cabezas de ganado para una población de 7, se convierte en un elemento inexplicable e incomprensible.

Ahora se afirma que, para que no falte en las fiestas de fin de año, están previendo importar carne del Brasil. Algunas de las realidades que tienen que ver también con la guerra tarifaria que emprendió EE.UU. con el mundo y que repercute en nuestras mesas.


UN PRESUPUESTO IGUAL Y BAJO

El Presupuesto General de Gastos de la Nación vuelve a lo mismo, incrementando notablemente los costos de la burocracia pública, haciendo que nos cuesten cada vez más los viajes del presidente al exterior y no haciendo énfasis en donde tendría que hacerlo, que es en mejorar notablemente el gasto público, que es en donde se van 2.000 millones de dólares anuales según el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Si se controlara dónde se gastan los recursos, podría sobrar para invertir más y mejor en educación y en salud. Mientras la Dirección de Tributación afirma que cada vez recibe mayor cantidad por tributos, no estamos viendo en nuestros hospitales y escuelas que eso se transforme en una mejor calidad de los servicios.

Los niveles de crispación de la gente, que dice estar pagando impuestos que no se corresponden a la calidad del servicio que quiere o desea recibir, nos muestran la gran distancia que existe entre el discurso oficial y la realidad concreta de la gente.


VOTAR A LOS MEJORES

Las elecciones en Asunción y en varios lugares de nuestra república para las intendencias generan siempre grandes expectativas, especialmente cuando vemos a varios de los intendentes que terminaron presos o están con procesos judiciales en curso.

Deberíamos los paraguayos ya aprender a votar después de tantas oportunidades que hemos tenido de buscar a alguien con honestidad, con probidad y con eficacia de gestión que pueda llevar adelante los destinos de una ciudad. Las alianzas electorales también deberían fortalecerse en proyectos y no en oportunidades para quienes forman parte de este proceso. Está ocurriendo ya en Ciudad del Este, donde el Partido Liberal Radical Auténtico, que se asoció con el movimiento Yo Creo para que ganara en las elecciones el candidato Mujica, ahora afirma que ya se desprende de ese vínculo y se alía con el grupo de Paraguayo Cubas.

Muchas de estas alianzas están pegadas con saliva y tendrían que ser reformuladas sobre un concepto de qué es aquello que la gente quiere, qué es lo que ambiciona y de qué manera el sector político coaligado puede llevar adelante esa agenda. Si todo termina finalmente en una repartija del poder, no se está cambiando para nada la opción que se preparó y se presentó como alternancia.