domingo, noviembre 16

3×3 (04/09/25)

POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO

MAS PRODUCTIVIDAD Y MENOS FERIADOS

Una gran discusión en el mundo es acerca de cuánto tiempo debería trabajar una persona para producir aquello que le signifique un mejor estándar de vida, mejore la economía y también presente signos positivos para la economía de un país. Ahora en el Paraguay tenemos tres días feriados más que van a depender exclusivamente de la voluntad del presidente, que puede buscar a través de ese mecanismo congraciarse con la población que dice «si me da un día feriado yo le admiro y también le aplaudo», pero también y con razón se quejan los productores, los que tienen que posponer operaciones en hospitales públicos y también los pequeños y medianos empresarios que dicen: «y bueno, con esto en realidad lo que hacemos es perjudicar a la economía en general, nos perjudica a nosotros, le perjudica a la gente y perjudica al país en su conjunto». Esta cuestión de la productividad del paraguayo, que es notablemente alta cuando sale del país y lo es en la Argentina, en España, en EE.UU., donde tienen menos feriados, sin embargo en el Paraguay nosotros celebramos cada feriado como si fuera una cuestión laudatoria a nuestros intereses económicos. Mientras esa economía nos está diciendo cada vez más que no hay empleos bien pagados, que la precarización laboral es bastante alta, que no hay cobertura de seguridad social y que nuestros niveles de incremento del producto interno bruto no son los necesarios para cubrir los requerimientos personales y nacionales, ahora con la cuestión de saber si mañana será feriado es todavía mucho más incierto el panorama. Este tiene que ser un debate serio sobre si estamos de acuerdo con que el problema del Paraguay es la cantidad y la demanda del trabajo o si su ausencia y la falta de buen pago son los verdaderos problemas detrás de la improductividad nacional.

JUSTICIA TARDÍA

Una justicia que llega tarde deja de ser justicia, eso podría aplicarse a la cuestión que plantearon los fiscales en el caso de «detergentes de oro» de Nenecho Rodríguez. Este es un caso del año 2020, si se hubiera podido establecer una justicia en su momento, no esperando tanto tiempo, no hubiéramos tenido que padecer todo un periodo posterior de Rodríguez al frente de la intendencia asuncena que ha dejado un daño patrimonial cuantioso sumado en dólares. Si la justicia sigue esperando que alguien caiga del poder político para comenzar a atacarlo por la vía judicial en forma de imputaciones fiscales o condenas judiciales, es que estamos viendo que realmente la justicia es absolutamente sirviente de los políticos y sólo pueden con ellos cuando caen en desgracia. Los que pierden así son los ciudadanos que, pagando sus impuestos, se encuentran con alguien que tendría que haber sido apartado y nunca haberle dado la oportunidad de alcanzar un cargo público si la justicia funcionara y si se le castigara en tiempo y en modo. En el caso de Nenecho Rodríguez y los detergentes de oro, la justicia llegó muy pero muy tarde en forma de imputación fiscal.

NADA DE TRANSPORTACIÓN MASIVA

Las cuestiones que tienen que ver con la transportación masiva siguen siendo de carácter secundario en el debate que ahora ha sido pospuesto de la ley del transporte público, que queda para la próxima semana en el Congreso. Mientras hay presión de parte de los choferes y en donde los empresarios quieren seguir con el mismo esquema del subsidio que ha sido bastante generoso pero que no ha mejorado el transporte urbano, nadie está hablando de las soluciones de fondo que encontraron países hace más de 100 años como el tema de los trenes de cercanía y también el metro. Esto estamos muy lejos de conseguirlo, se intentó vanamente durante el gobierno de Cartes con el metrobús y fue un fracaso. Ahora tenemos de nuevo una cuestión debatible sobre el paso de niveles y el viaducto que tendrá que ser construido en Luque, pero siempre para lo mismo, para el viejo sistema del transporte público que sabemos que no funciona. Hubiéramos resuelto el problema de Luque y alrededores con un tren de cercanías dentro del mismo perímetro establecido con anterioridad para el ferrocarril paraguayo, pero nadie habla de eso. Nadie tampoco comenta sobre los tranvías o los buses articulados que podrían ser opciones y alternativas para mejorar el transporte. Estamos perdiendo mucho tiempo y haciendo padecer a la gente el tener que dedicar casi cuatro horas diarias entre ir y venir de la casa al trabajo porque no tenemos un sistema de transportación público masivo que funcione para la gente.