lunes, diciembre 1

3×3 (01/12/25)

POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO

PEÑA ACORRALADO

Las críticas a la gestión económica del Gobierno no paran e incluso llegan a sus propios niveles políticos. El movimiento que apoya al presidente de la República le llamó la atención en el encuentro que tuvieron el pasado día sábado, de manos del verdadero factótum del poder en el Paraguay, que es Horacio Cartes, quien le dijo a Peña que debería estar más cerca de la gente y también subrayó los elementos distintivos de una administración que luce desenganchada de sus mandantes.

Lo que no vemos es una relación entre lo que hace el Gobierno y lo que ambiciona la gente o lo que realmente padece la gente, y que tendría que tener una gestión desde el Ejecutivo mucho más eficiente que la que tiene. Este es un Gobierno que no tiene pretextos, tiene una amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso, estamos entrando ya en los dos años y medio de gestión y no vemos que todo eso haya repercutido para que la gente viviera mejor. Hay fuertes quejas con respecto al alto costo de la vida y al hecho de la decepción de instituciones que no funcionan como debieran.

Un Gobierno es un todo, no es solo el Ejecutivo; es el trabajo en conjunto con los demás poderes del Estado y cuando tenemos una alta percepción de impunidad, tenemos una falla de la Justicia; cuando vemos que las leyes se hacen para favorecer a unos cuantos y perjudicar a muchos, es evidente que no estamos viendo los tres poderes funcionando en relación a los intereses de la gente. Claramente, el Gobierno de Peña está desenganchado de la mayoría del pueblo paraguayo.

LA DESGRACIA DE LA SALUD

Varios niños esperan ser operados en el Hospital de Clínicas de problemas congénitos del corazón y no hay el dinero que el Estado tendría que haber colocado para dicho propósito. Cuando vemos que en otros países sí han resuelto problemas de este tipo, como el caso de Brasil o Uruguay, para no citar otros países de mayor desarrollo, nos vemos en la evidencia más clara de que a los gobernantes no les importa la salud ni la enfermedad de la gente. No se trabaja en una cuestión de ordenar este tremendo desarreglo que supone el manejo de la administración sanitaria.

Ahora la Contraloría encuentra muchos medicamentos vencidos en una investigación que hizo al Hospital de Clínicas y el director responde que la mayoría de esos medicamentos fueron recibidos de donación y que no se correspondían a su uso. Si vemos también los que se quejan del Hospital Nacional de Itauguá, convertido en un hospital de cabecera a nivel de la República, pero que sin embargo hace aguas en todos sus departamentos. Ha superado la capacidad de la ministra Barán, de la administración de Peña, todo lo que acontece, y simplemente por un capricho todavía no remueve a la titular de Salud.

Pero hay que tener una idea de lo que hay que hacer, porque cambiarla simplemente por otro o por otra que siga en la misma línea, con el mismo sistema donde domina la corrupción, el desarreglo, nada va a cambiar en materia sanitaria. Los muchos que estén pensando cómo hacer un sistema sanitario acorde a la dignidad del paraguayo y que trabaje duramente hasta lograrlo.

VENEZUELA Y VIOLENCIA EVITABLE
El mundo se ha vuelto mucho más violento en los últimos tiempos. Ahora es posible que Estados Unidos termine invadiendo Venezuela bajo el pretexto de luchar contra los cárteles de la droga, cuando en realidad el único objetivo es desalojar a Maduro del poder. Este mismo presidente, que había sido derrotado en las últimas elecciones por un margen sorprendentemente alto y no quiso entregar el poder, puede llevar a Venezuela a una situación sin salida, en donde tengamos que lamentar varias muertes y, por qué no, de nuevo el fantasma de la invasión norteamericana en territorio latinoamericano.

El alto costo cuando la política no resuelve sus entuertos por la vía legal, por la vía institucional, y el Gobierno pasa a convertirse en un régimen autoritario contra la voluntad de la gente, nunca deja de ser otro que la violencia. Es el momento de pensar Venezuela como un compromiso de carácter continental. Lo que podemos ver en los próximos días es una situación desgraciada que no solamente lamentarán los venezolanos, sino que nos habremos convertido todos en cómplices de una situación dramática en la que ya se encuentra, y puede aún agravarse más, el Gobierno y el pueblo de Venezuela.