Una resistencia absolutamente sesgada por la ignorancia es la que se tiene aún en el mundo con respecto a las vacunas anti-covid. Aquí en Paraguay, el Gobierno se queja de que no hay una cantidad importante de gente que acuda a los vacunatorios y quiere indicar que es la gente la que se resiste a ser inoculada.
También podríamos incluir entre ellas a las personas a las que no ha llegado la información o no ha tenido la eficacia del Gobierno de poder comunicar las bondades que tienen las vacunas anti-covid que se han desarrollado en diferentes partes del mundo y han probado ser notablemente eficientes.
Ni las cifras que diariamente se cuentan por haber fallecido por Covid sin haber recibido vacuna han llevado a confirmar los aciertos de aquellos que todavía siguen creyendo que estamos en fase experimental de las vacunas y que no hay ninguna garantía para la vida humana.
Todos los demás delirios conspiranoicos que abundan no solo en el Paraguay, sino en el mundo, son parte de un sistema que vuelve a plantearse de manera cíclica en cada contingencia de este tipo.
Es la hora en que la ciencia también se popularice, y llegue a dar a conocer con mayor eficacia el método, la manera, el procedimiento, los protocolos, que llevan al desarrollo de un biológico como este contra el Covid-19. Mientras no tengamos a toda la población vacunada estaremos lamentando la pérdida de vidas humanas y el colapso de los hospitales públicos. Ya tenemos unos ejemplos en Ciudad del Este, de nuevo, y estamos también presumiendo que si esto continúa de la misma manera podríamos también tener algo parecido a lo que tuvimos en el mes de junio del 2021.
Hay que derrotar a la ignorancia y acercarse a los vacunatorios.
Es así de simple.
