¿Cómo somos los paraguayos? ¿Cómo votamos? son preguntas inquietantes siempre y más en un año electoral. Ejercer el voto es un poder importante y según el politólogo Hugo Duarte votamos «orientados por la emoción, instinto o por la forma cómo logra el candidato la estructura discursiva o la publicidad impactar en el elector. Los comicios municipales de octubre en tiempos de pandemia reflejarán el l ambiente y al clima social que haya en ese momento». El ser humano se encuentra vulnerable y receptivo ante ciertas intenciones y circunstancias y eso lo veremos en las urnas en octubre.
Según el profesor de ciencias políticas Hugo Duarte «el elector es vulnerable y receptivo a las estrategias de proselitismo. El coto emocional será determinante en los próximos y quizá en todos los comicios».
Cambiar la lógica
Ahora con más votos de millennials y gente joven y la pregunta es porque no ha cambiado la misma pauta y matriz de estrategias para captar votos. «La gente no se entusiasma con las propuestas durante las elecciones porque la gente no vincula las propuestas con la calidad de vida. Si las propuestas se repiten siempre en relación en arreglar los baches, iluminación cómo común denominador hasta llegan a aburrir al ciudadano que ahora está más preocupado por su salud en las áreas urbanas que se han amplificado a lo que se conocía cómo el Asunción conurbano» describe el analista Duarte.
Por esto lo que debe presionar en la mente del candidato son la pandemia y la economía, el cómo esta peste también afecta el bolsillo de los electores.
Se concluye que estas elecciones serán basadas en las emociones antes que en las racionalidades. Que aunque existan estrategias diseñadas para atraer votos haciendo ceder el vínculo emocional por el voto racional aquel terminará por imponerse. Lo que venga después puede parecerse en mucho a lo que ya conocemos.
El ser humano en general aunque vote orientado por la emoción debe tener control de lo que se le diga o venda para hacerse del poder para bien o mal que luego se verá una vez alcanzada la victoria por el candidato. El lector debe hacer cambiar el discurso del candidato que intente ser intendente o concejal pero para eso debe estar listo para incidir. Buscar llegar a la mente y corazón del elector es el gran reto de todo político y ser crítico con la propuesta es el desafío del ciudadano interesado en dejar de ser idiota en el sentido griego de la palabra.
Más racionalidad
Aunque el candidato apele a llegar a la emoción del votante es importante que el elector debe entender es que así cómo la publicidad opta por maniobras hasta ficticias para vender un producto, de la misma manera un candidato es ofrecido cómo la mejor solución a los problemas que tenga el ciudadano, que debe tener el filtro racional determinante en el votar durante las elecciones. Esta es una tarea sobre todo de mucho pensamiento previo al acto donde la razón debe imperar a lo que se sienta por el candidato o su partido. Está tendencia que antes hacía un duro trabajo en campañas buscando votos por el corazón antes que lo más importante para todo, la razón debe ser revertida.
Los paraguayos somos traicionados por las emociones y estás elecciones deben dar paso a la fuerza racional que cobre facturas atrasadas y cambie este modelo democrático de prebendas por uno de beneficio colectivo. Lo veremos eso en octubre próximo.
