El domingo pasado hubo un partido casi final en el que todos jugamos para mejorar nuestras condiciones de vida. Los resultados ya los conocemos. Hay cosas que empezar a mejorar con un ejercicio democratico que debemos recuperar, tomarlo en serio y que sea sobre todo una acción de voluntad propia sin tener que ser “arreados” cómo animales o pagados para ir a entintar nuestro dedo y marcar por un partido o una persona que tengamos la certeza nos hará vivir mejor. El domingo hubo más de ritual que de evangelio.
Las personas electas para los cargos deben ser honrados con capacidad, inteligencia y esfuerzo porque somos nosotros los votantes los que damos razón al fracaso o logro alcanzados una vez que se haya definido al ganador.
El domingo se desarrollaron las “elecciones internas” tanto en el partido colorado como en la oposición para tener en claro quienes serían las opciones expuestas para el sufragante en abril del año que viene. El nivel de participación ha sido bajo y eso también preocupa.
Los candidatos que hemos elegido van a marcar nuestra felicidad o infelicidad en la vida cotidiana. La política debe buscar el bien común y ese debe ser el norte que dirija las acciones de los políticos electos.
La democracia es un sistema que no es por el simple hecho de existir en un lugar o momento sino sobre todo si el individuo es realmente democratico y se hace de ese poder o kratos y lo lleva en práctica sufragando, reuniéndose y debatiendo las necesidades y posibles soluciones. La democracia requiere ciudadanos honestos que no se vendan y que se ganen el respeto de los políticos a la hora de gestionar el bien común.
Mismas opciones
El partido colorado ha elegido a Santiago Peña dejando de lado la opción de Arnoldo Wiens para que represente a uno de los partidos más viejos y con más años en el poder en el país. . Por su parte la concertación tiene a Efraín Alegre quien hizo campaña sobre el eslogan “patria o mafia” para derrotar el continuismo con la llamada concertación.
Paraguay puede teñirse de rojo o cambiar el tono de las banderas onduladas el 30 de abril pero dependerá siempre de nosotros que finalmente somos los responsables de decir no, voy por mi cuenta al lugar previsto para votar y no necesito o acepto sobornos groseros que no solo van contra las normas de juego electorales sino hasta contra nuestro estilo de vida.
En una pequeña excursión por mi ciudad, Fernando de la Mora me tocó observar poco o casi nulo movimiento de vehículos o ciudadanos en la zona Sur a diferencia del intenso movimiento de peatones o vehículos en la zona norte pero he visto como se comerciaban los votos o con dinero o con muestras de cortesías siempre sospechosas. Algunos pudieron haber servido para trasladar o “arrear” a personas de su hogar hasta el sitio escogido para sufragar.
Elegir mejor
Una opción que la democracia establece para asegurar que el pueblo tenga al mandatario que se merezca o parezca. Opciones que nos hace concluir; esperemos que nos merezcamos aquellos que se asemejen con los mejores en el grupo de electores.
Que no solo debemos estar despiertos y activos durante las elecciones sino antes y después de las mismas también, vigilando que el elegido y su equipo cumplan con lo prometido en sus campañas.
Tiempo que tampoco debe ser tomado cómo el fin del candidato o el elector sino solo uno en el que debe comunicar sus ideas para encontrar soluciones a los dilemas que vive la ciudadanía que es la que justifica lo que ayer se luchó para derrocar dictaduras desmedidas que no respondieron bien a lo que el pueblo necesitó y necesita para vivir bien así cómo debe ser su actuar en los eventos que exigen su participación.
Debemos asegurar un mañana donde no existan riesgos y malos momentos cometidos por políticos irresponsables.