Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Una de las grandes deficiencias que tenemos como país es la desorganización y eso implica una gran oportunidad para la corrupción. Cuando todo resulta ser bastante desordenado, si nadie sabe exactamente dónde está tal o cual cosa, si no podemos aprovechar las ventajas que supone la tecnología en los tiempos actuales podemos llegar a perder a un funcionario judicial a quien se le cayó encima el estante de los expedientes en una repartición de Asunción.
Todo eso ya debería ser parte de nuestra historia, en estos 6 meses deberíamos haber hecho adelantos para colocar al país de acuerdo a lo que significan los tiempos modernos y facilitar enormemente el trabajo del Estado en su relación con los individuos.
La principal frustración ciudadana con respecto al Estado no es solamente que sea incompetente, corrupto, sino que sea diseñado para hacer todas las cosas miserables para el ciudadano común, muchas de estas cuestiones podríamos acelerar y cambiar la percepción que tiene el mandante, el ciudadano, el que paga sus tributos, el que elige cada 5 años a sus autoridades, en su relación con los mandatario, aquellos a quienes nosotros tenemos que decirle qué hacer en nuestro nombre.
La tecnología podría ser un disparador increíble, pero sin embargo, significa una oportunidad más pérdida, como está aconteciendo ahora con la educación de carácter formal que ha tenido canalización por la tecnología no preparada y fundamentalmente no tomada como una política de Estado, hay que modernizar el Estado Paraguayo y para eso hay que tener la voluntad de hacerlo.
