El calor de los últimos días hizo que de manera inevitable, muchos estén deseosos de entrar en alguna piscina para refrescarse. Ante las altas temperaturas, existe la leve sensación de que te derretís poco a poco, pero lo que no se va, aunque estés muy acalorado, es el gran apetito sexual que te lleva a fantasear de maneras infinitas dentro de la piscina.
Tener relaciones sexuales en el agua puede resultar un escape perfecto ante la pesadez del clima y la monotonía de la semana. Saborear la piel fresca de la otra persona, jugar un poco en la piscina y olvidarse del calor que hay afuera para concentrarse en la temperatura corporal que se va disparando en el agua, representan un plan que solo promete sobredosis de placer.
Lógicamente, cuando el clima se vuelve más caluroso, tu deseo sexual se va elevando rápidamente y, como si tu mente trabajara a mil segundos por hora, comienzas a pensar en todo lo que podrías hacer con tu pareja en la piscina.
Más allá de las dudas que puedas tener, el miedo de hacerlo mal o alguna incomodidad que puedas sentir, esta práctica sexual es más llevadera de lo que parece.
EL SEXO EN EL AGUA
“La gente siente miedo con lo que pueda pasar, si algo puede salir mal, pero en verdad no existen muchos riesgos, más allá de las precauciones básicas que una persona debe tener antes de entrar a una piscina”, explicó el psicólogo clínico y consejero en sexología, Nicolás Palomino.
El especialista aclaró que antes de tener relaciones en el agua las personas deben informarse bien, elegir un lugar acorde a sus gustos, necesidades y placeres, para así tener una experiencia verdaderamente satisfactoria en la piscina.
“Los jacuzzis también pueden estar bien predispuestos para los encuentros sexuales y básicamente se seguirían los mismos pasos al tener relaciones fuera del agua”, mencionó Palomino.
El profesional indicó que no se debe descuidar el uso de los preservativos, pues eso siempre debe ir en cualquier tipo de relación sexual.
Como el agua suma movilidad en medio del encuentro sexual, entonces se pueden probar ciertas posiciones que no se realizan normalmente fuera del agua, generando más placer, que es el objetivo principal de la práctica.
La piscina no solo se puede convertir en el sitio ideal para explorar hasta tus más recónditos deseos sexuales, sino también genera más erotismo en la pareja al experimentar una sensación extra de constante humedad.
A TENER EN CUENTA
“Contrariamente a lo que se piensa, el agua no asegura ningún tipo de lubricación. De hecho, puede producir cierta fricción que resultaría contraproducente para la penetración”, acotó Palomino.
También explicó que la sensación de fricción se debe fundamentalmente a la temperatura del agua; cuanto más cálida o templada esté, los resultados serán más placenteros.
Para no cortar con la fantasía del momento, el profesional recomendó lubricantes a base de silicona, que son resistentes al agua y conservan más la temperatura, convirtiendo el placer de tu encuentro en algo más duradero.
“Si una pareja desea realizar algún encuentro sexual en el agua, debe animarse. La cuestión siempre es probar algo nuevo que te ayude a experimentar nuevas sensaciones y, sobre todo, te permita redescubrir tu sexualidad para más satisfacción”, expresó Palomino.
De este modo, aprovechando el clima del momento y si tenés ganas de brindar una dosis extra de placer en tus encuentros sexuales, invitar a tu pareja a darse un chapuzón contigo puede generar un goce explosivo inimaginable.
POSTURAS SEXUALES PARA TENER SEXO EN EL AGUA:
– Caballito de mar:
Tu pareja se recostará y flexionará ligeramente sus rodillas. Mientras, te pondrás encima, dándole la espalda y apoyando tu cuerpo sobre sus piernas. Una especie de amazona, pero mostrándole tu espalda y en posición más horizontal.
– El abrazo:
El hombre toma en brazos a la mujer, mientras ella enreda sus piernas alrededor de su cadera. Colocar las piernas de ella sobre sus hombros hace que tengan el doble de placer.
– Escalera de placer:
Si tu piscina tiene escaleras, debes sentarte en el borde, de espaldas al escalón, algo reclinada y con las piernas abiertas. Tu pareja de pie se pondrá enfrente e iniciará la penetración. Aquí, él lleva el ritmo, así que disfrutá.
– La colchoneta del placer:
Podés usar algún inflable como soporte, mientras tu pareja te penetra o también cualquiera de los dos pueden recostarse en el inflable y disfrutar de un oral.