Una manifestación de apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin, ha reunido hoy en Budapest a unas escasas 150 personas, mientras que a una contraprotesta convocada por la comunidad ucraniana han asistido más de 1.000.
Los organizadores de la concentración en apoyo a Putin, entre ellos activistas antivacunas, achacaron la responsabilidad de la agresión rusa a Ucrania a Estados Unidos y a la OTAN, a los que calificaron como «el mayor peligro a la paz mundial».
Por contra la protesta convocada por los ucranianos reunió a unas 1.000 personas.
Durante esta marcha, el pastor metodista Gábor Iványi, muy crítico con el Gobierno ultranacionalista húngaro, pidió perdón de los ucranianos «porque no todos los húngaros los han apoyado».
INVASIÓN
El Gobierno del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha condena la invasión rusa de forma mucho más tibia que la mayoría de líderes de países de la Unión Europea o de la OTAN, a las que Hungría pertenece, y se ha negado rotundamente a apoyar militarmente a Ucrania o a sancionar la compra de hidrocarburos rusos.
Orbán y sus medios afines, la inmensa mayoría en el país, han presentado a Putin como un aliado en la defensa de valores tradicionales frente a los principios «ajenos» a la cultura húngara que afirman defiende Bruselas.
Poco antes de las elecciones del pasado día 3, en las que Orbán ganó su cuarta mayoría absoluta consecutiva, el 72 % de los húngaros se manifestaba de acuerdo con la política de neutralidad ante la guerra en Ucrania defendida por el Gobierno. EFE