Una persona es valiente cuando actúa con decisión y firmeza haciendo frente a sus miedos, inquietudes y dudas. Ser valiente es algo a lo que nuestros padres o responsables nos enseñan desde temprano el porqué, para qué y cómo serlo.
A veces pensamos que quien debe destacarse cómo corajudo es el hombre, más lo normal y adecuado es que tanto el hombre cómo la mujer sean valientes, porque ambos géneros tienen o tendrán desafíos o amenazas que necesiten actitudes y acciones serias para enfrentar bien los miedos y dudas que tengamos.
Un nombre que fue noticia en nuestros diarios, televisión, radio e internet es el de Gisèle Pelicot que se ha convertido en un símbolo de la fuerza femenina en todo el mundo. Pelicot es una abuela de 72 años francesa. Ella se ha vuelto importante porque denunció a su esposo que la drogaba para que sea abusada por otros 51 hombres. Su marido la drogaba e invitaba a otros hombres a que acudieran a agredirla sexualmente. Por eso y por su conducta durante el juicio, Pelicot se ha convertido en el rostro del coraje e icono feminista.
Es muy útil para acompañar y continuar la lucha de las mujeres por sus derechos y espacios en la familia, escuela, colegio, universidad o empleo. Finalmente el juicio en el caso de la valiente francesa sentenció a 20 años de prisión a su marido también de 72 años Dominique Pelicot por su demente acción contra su esposa que lo denuncia y termina a su favor y contra el desequilibrado monsieur Pelicot que ahora tendrá tiempo, espacio y compañia para reflexionar sobre lo que hizo a su esposa.
Un testimonio de coraje y de valor
Es posible que el caso Pelicot haya establecido un umbral de prueba tan alto que podría impedir que las sobrevivientes den un paso al frente y denuncien si son víctimas de abusos físicos o psicológicos. Dominique durante décadas mezclaba cantidades masivas de somníferos con su comida y bebida. Su esposo puso un anuncio en Internet para que hombres fueran a tener sexo con su esposa. el sitio de chat ilícito y no moderado había estado implicado en asesinatos, abuso sexual infantil y ataques homofóbicos.
Por lo que podemos entender el espacio que daban al marido de Gisele para cometer el grosero y loco crimen cómo cualquier acto delictivo destacado en la ley de algún país. El mismo donde deben habitar en paz y armonía mujeres, hombres, adultos jóvenes y niños sin estar con miedo entre quienes sean parte de la población que debe ser suficientemente valiente para enfrentar y/o denunciar amenazas a las autoridades pertinentes que los deben atender y responder a su favor. Más, si se trata de casos que vayan directamente contra sus derechos humanos, básicos y elementales para que existan sin complicaciones en su casa.
Desafortunadamente no fue el caso de la sobreviviente y corajuda Gisele que ya es un símbolo más para el movimiento feminista que ya tiene varias referencias valientes en la historia humana.