El eco de un “sí, quiero” retumbó esta mañana en la Secretaría Nacional de Deportes (SND), donde más de 600 parejas paraguayas decidieron dar un paso trascendental en sus vidas. La campaña nacional “Paraguay se Casa” convirtió el recinto en un inmenso altar comunitario, cargado de emoción, sonrisas, lágrimas y música, en el que cientos de historias de amor recibieron por fin el respaldo legal del Estado.
El lema elegido, “Unidos por amor y protegidos por la ley”, marcó el espíritu de la jornada. No se trató solo de una ceremonia masiva, sino de un acto de justicia social: muchas de las parejas convivían desde hace años, habían formado familias con hijos e incluso atravesado dificultades económicas, pero nunca habían podido formalizar su situación por falta de recursos o por lo engorroso de los trámites.
UN DÍA QUE QUEDARÍA EN LA MEMORIA
Desde tempranas horas, los contrayentes llegaron acompañados de sus testigos y familiares, vestidos con una mezcla de sencillez y emoción. Entre abrazos, nervios y fotos, la espera fue amenizada por un vibrante bloque cultural: la Banda de Músicos del Ejército y la Orquesta Sinfónica Nacional interpretaron marchas y la solemne Marcha Nupcial, mientras el Ballet Folklórico Nacional y el Estudio de Arte Innodanza llenaron el ambiente de polcas, galopas y guaranias, celebrando la identidad paraguaya.
La campaña, impulsada por el Registro del Estado Civil con apoyo de la Oficina de la Primera Dama y declarada de interés nacional por la Cámara de Diputados, buscó dar un mensaje claro: casarse no es solo un símbolo, es también garantizar derechos.
Entre los beneficios que ahora alcanzan estas familias están el acceso a herencias y bienes gananciales, la seguridad social, las pensiones y, sobre todo, una mayor protección legal para los hijos. “Estamos otorgando dignidad y plenos derechos a estas familias que ya estaban unidas por el amor y los hijos, pero necesitaban el respaldo legal del Estado”, afirmaron los organizadores durante el acto.
EL «SÍ» QUE QUEDARÍA EN LA HISTORIA
La ceremonia central fue presidida por el director del Registro del Estado Civil, Maximiliano Ayala, quien leyó los artículos del Código Civil antes de dar paso al momento más esperado: la declaración de consentimiento colectivo. De inmediato, un resonante y emocionante “sí, quiero” se elevó en un coro unísono, marcando el instante en que más de 600 parejas fueron proclamadas esposos y esposas.
El cierre estuvo a la altura de la ocasión: entrega de actas matrimoniales, firmas de testigos y recuerdos conmemorativos, mientras las parejas, con sus libretas en mano, sonreían y se fundían en abrazos que hablaban de amor, de esperanza y de un futuro con nuevos derechos asegurados.
“Paraguay se Casa” no solo formalizó uniones; también selló sueños y devolvió dignidad a cientos de familias, que hoy inician una nueva etapa con la certeza de estar, al fin, unidas por el amor y protegidas por la ley.
