Comentario 3×3
Muchas de las cuestiones que tienen que ver con el tratamiento de residuos en el Paraguay se utilizan con conceptos que no sean los que se adecuen a las nuevas tendencias. Deben ser sostenibles. Eso significa que todo aquello que parece que es un desecho puede terminar valiendo innumerables recursos de ingreso para un país.
Un vertedero no es un sitio solamente para gancheros y para infestación de personas. Debe ser un sitio que realmente genere recursos para la empresa o para el municipio que decide acoger dichos espacios. En otros países se logran hacer hasta carbón de los desechos personales humanos. En África lo hacen con mucho éxito.
En el Paraguay estamos tirando los desechos cloacales al río sin haber sido tratados con anterioridad. Se sienten orgullosos de muchos sitios renovados de la cantidad de agua que rehusan dentro de su propio sistema luego de un previo tratamiento. Si pudiéramos hacer lo mismo en términos de país, veríamos que la rentabilidad de un hotel no se mide hoy en función de lo que se ve desde afuera, sino en la manera en que reutiliza todo aquello que tiene un gran costo ambiental, que va desde la energía hasta los desechos.
Necesitamos mirar en términos innovadores qué es aquello que hasta ahora ha significado un problema para convertirse en una solución y en una ventaja económica inclusive.
Si pudiéramos entender que el metano es un gas importante que se genera en los vertederos, podríamos dar energía a varias poblaciones cercanas, y si tuviéramos la capacidad de enseñar a la gente a disponer sus residuos en forma fragmentada, dependiendo de cuál sea el mismo, tendríamos todavía una posibilidad mayor e inmensa en términos económicos. Claro, todo esto requiere educación, requiere compromiso, responsabilidad y fundamentalmente un verdadero deseo de hacer sostenible el país a largo plazo.