Por Benjamín Fernández Bogado
La educación paraguaya anda a los tumbos y ahora todavía peor. Se van a bajar los índices de cualificación de este primer semestre. Ingresa en una temporada de vacaciones de invierno que es un eufemismo; se estuvo de vacaciones durante todo este tiempo. Los que hicieron la tarea no fueron necesariamente los maestros sino los padres hastiados y cansados que ahora esperan descansar durante estos quince días que se vienen.
Los niveles de calidad de educación han sido siempre mediocres. Estaban en el inicio de un periodo de discusión acerca de cómo mejorar la educación bajo el pon pozo título de “transformación” pero eso ha tenido que posponerse. Así como todas las condiciones, vamos a perder no sólo un par de años sino yo diría un par de generaciones completas de las que ya venimos perdiendo por la mediocre educación paraguaya.