El icónico y singular Parque Nacional Cerro Corá, del Departamento del Amambay, se ha quemado más de la mitad, según los informes en los últimos días, debido a los incendios forestales, de los cuales nunca se encuentran responsables.
Jamás podríamos reconocer la gravedad de los mismos hasta que comencemos a observar de qué forma va cambiando y mutando nuestro clima. Tenemos cada vez más calor en el verano y más frío en el invierno.
El Parque Nacional Cerro Corá tiene también una trascendencia mística e histórica superior. Ahí se acabó parte de una historia de un país en 1870, con el asesinato del Mariscal López, a orillas del río Río Aquidabán Nigüí.
El Parque Nacional Cerro Corá debería ser uno de los lugares más cuidados de toda nuestra República por ese doble valor: el lado ecológico, forestal, y el factor humano histórico y, por qué no, moral para cada uno de los paraguayos.
Dicen que tienen un guardabosque para 300 hectáreas, las cuales deben ser custodiadas, cuando lo que se afirma en el protocolo es que debe haber un guardabosque por 50 hectáreas.
Esto está muy lejos de los índices que tenemos en el país, demostrando así que no le damos importancia a este tipo de cosas, donde no sólo suceden incendios forestales de manera anual, sino también tráfico de drogas, cultivo de marihuana, tala indiscriminada de árboles, e incluso operaciones de alto nivel de otro tipo de delitos.
Todo esto, reitero, no nos demuestra todavía la urgencia de actuar cuando ya estamos sufriendo y padeciendo las consecuencias de este cambio climático.
