Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Los números de la pandemia han sido relativamente positivos para el país, 11 muertos y menos de 1.000 contagiados, aunque las pruebas debieran ser más masivas, nos da una cierta autoridad en haber iniciado más temprano que otras naciones la etapa de cuarentena.
Lo que sí se repite al igual que en otros países son los casos de corrupción en la compra de insumos médicos, y ahí están metidos desde futbolistas como el caso de Roque Santa Cruz y una empresa que tiene con un libanés envuelto en varios casos que tienen que ver con hechos irregulares en la zona fronteriza y con el padrinazgo del vicepresidente de la República Hugo Velázquez como lo atestigua una fotografía tomada en la cubierta de un yate en el Líbano.
Es el tiempo de buscar esclarecer estos hechos y dejar que el Paraguay no sea solo un hecho de salud exitoso, sino que también lo sea en términos de combatir la corrupción y castigar a los corruptos, especialmente en estos tiempos en que sus acciones son más que evidentes y tienen el rechazo popular más unánime que nunca. Para eso necesita articularse el Poder Político con el Judicial y decir que esto no puede continuar en circunstancias como estas.
Si el mensaje es de tolerancia a los corruptos en tiempos de pandemia, es probable con absoluta certeza de que estemos aun peor cuando acabe esta circunstancia por la que atravesamos, y eso confirmará que la corrupción es un cáncer en Paraguay que ha hecho metástasis en todo el cuerpo social del país.
