Investigadores de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), en el noreste español, han desarrollado un algoritmo capaz de distinguir a usuarios de las redes sociales que son infelices analizando los textos e imágenes que comparten, una herramienta que esperan que sea útil para ayudar a diagnosticar posibles problemas de salud mental.
La investigación de la universidad catalana también ha revelado que los usuarios hispanohablantes son más propensos que los angloparlantes a mencionar los problemas sobre sus relaciones cuando se sienten deprimidos.
El algoritmo, entrenado en búsquedas en Instagram, Facebook y Twitter, se ha basado en la teoría de la elección de William Glasser, según la cual hay cinco necesidades básicas que están en los cimientos de todo comportamiento humano: supervivencia, poder, libertad, pertenencia y diversión.
Según los expertos, estas necesidades influyen en qué imagen elegimos para subir a nuestro perfil de Instagram. Los autores creen que su investigación puede ayudar a mejorar las medidas preventivas, desde identificar el problema hasta mejorar los tratamientos cuando se ha diagnosticado a una persona con un trastorno mental.