Con el tiempo y reseñas históricas realizadas pensamos haber identificado y descrito a cada grupo humano que habita el mundo, más existen todavía conjuntos desconocidos de seres humanos en lugares particulares del mundo. Se trata de una tribu amazónica no contactada. Se trata de la tribu de nativos denominada korubo que son un pueblo indígena de Brasil que vive en el bajo valle do Javari , en la cuenca occidental del Amazonas.
El realizador Bruno Jorge ha hecho un documental acerca de esta tribu llamada Piripkura “los últimos sobrevivientes”, donde también vemos sobre las luchas de Pakyî y Tamandua, los dos últimos miembros supervivientes de la tribu Piripkura, un pueblo nómada de la región brasileña de Mato Grosso. Este pueblo nativo por mantener su forma de vida indígena en medio de la deforestación masiva de la región. Una de donde se extrae una importante cantidad de madera por los troncos talados que sirven para hacer desde muebles y extraer la celulosa usada para el cartón y creación de hojas que se utilizan en las oficinas, escuelas y nuestras casas.
Lo que le da a la película un toque más conmovedor es que el hombre que lideraba la expedición rumbo a donde se encontraba la tribu , Bruno Pereira de la Funai, fue asesinado en junio de 2022 por pescadores ilegales, junto al periodista británico Dom Phillips. A su vez es un trabajo que expone, interpreta y describe a este conjunto de personas y sus difíciles condiciones de vida. De hecho, poco después de que se filmara el documental, Pereira fue despedido de su trabajo; su despido fue visto ampliamente como motivado políticamente, después de que el ultraderechista Jair Bolsonaro llegara al poder con la misión de eliminar las protecciones de los pueblos indígenas de Brasil. Aparte de algunos subtítulos que enmarcan la película.
Una lección de vida
Si la desea ver se encuentra completa y accesible en youtube que tiene videos e imágenes de casi de todo un poco, entre ellas se encuentra la historia de esta tribu brasileña que lucha por preservar su medio ambiente ante la inconsciente presencia de aquella otra tribu que motivada por el dinero destruyen, deforestan y eliminan las fuentes de oxígeno que ellos también necesitan para respirar en orden y mantener bien nuestro clima y con vida a la fauna aérea. Que al dejar de existir estos árboles quedarían sin hogar y fuente de alimentación.
Es una pena que bajo esta calidad de vida se haya llegado a un grupo de seres humanos que aunque hablen y se vean distintos a los que existimos o tratamos de existir en la urbanidad, son personas que deben ser atendidas y tenidas en cuenta siempre y cuando nos preocupe la vida de todos los terráqueos, que no somos parecidos en todo, más tenemos las mismas habilidades físicas y mentales para ser útiles en cualquier momento o lugar para otro grupo de personas que conozcan poco o nada por estar viviendo escondidos en la flora brasileña. Donde no solo existe una importante vegetación sino también mucha fauna y personas cómo usted y yo.
Estas tribus ven, escuchan, se comunican, comen y relacionan cómo cualquier persona del mundo. Y los debemos conocer e integrar en las tareas que hagamos y tengamos habitualmente, cerrando de esta forma el importante círculo de comprensión, atención y acción por el otro, si realmente nos importa el estado de vida de todos en un planeta donde lo que se destaca es el egoísmo, aislación, avaricia y cualquier incapacidad que no sirva para construir sino solo destruya estados y condiciones particulares cómo de otras personas. Que sin importar cómo se vean, lo que digan o cómo actúen siguen siendo seres humanos que habitan el mismo planeta que sus parientes, amigos o compañeros de trabajo.
Son personas que tienen su utilidad en la organización de personas que sean parte de tribus que trabajen para fines comunes, para atender las demandas o necesidades de otros en el único planeta que tenemos para existir
