Hace varios meses se viene discutiendo la apertura de las fronteras, y con ella la apertura a una carga viral más aumentada. Brasil fue el primero en abrir, pero la Argentina sigue asfixiandonos. Esto nos lleva al punto donde la gente se está cansando de dejar su trabajo de lado y mientras pasa el tiempo ven como todo el esfuerzo de tantos años va quedando como un simple recuerdo de lo que en algún momento fue el sueño del negocio propio, esto para los que están dentro de la categoría de mipymes. Pero la verdad de esto es que la mayor cantidad de personas que necesitan trabajar están en el la base de la pirámide y prefieren que se abra «la tranquera» antes de preservar la salud.
Hace tiempo la gente está haciendo malabares para llegar a fin de mes. Esta pandemia trajo una recesión económica que solo logró acentuar más la gran necesidad en la que se mueven los «comunes». Nuestra ciudadanía entre rifas, polladas, y venta ambulante ha logrado sobrellevar la situación en la cual se encuentra el país. Lo sorprendente es ver hasta cuando se aguanta de esta forma con un estado indolente que amaga con planes, pero que no reglamenta una miserable ley que dará unas cuantas verduras y un poco de carne para las ollas populares que ya van desapareciendo.
Tenemos un ministerio del trabajo, empleo y «seguridad social» que de esto último que tiene su pomposo título no vemos de manera concreta planes y acciones que ayuden a solucionar de forma completa esta problemática y no solo con pequeñas curitas como ñangareko, pytyvo y otros programas que sirve de paliativo, pero que no sirven para que la gente se quede en sus casas y no seguir viendo gente morir porque tienen que salir a hacer dos monedas y no se puede dar seguridad social a menos de 7 millones de paraguayos.
Dice la literatura que la caja de Pandora es un mítico recipiente de la mitología griega, tomado de la historia de Pandora, la primera mujer, creada por Hefesto por orden de Zeus, que contenía todos los males del mundo. Abrir la frontera, por la inoperancia de este estado, nos dará un futuro próximo nada bueno y solo porque no se controlo como se esta usando los 1.600 millones de dólares. Se vienen dias negros por la miserabilidad de algunos y la incompetencia de otros.
Estoy muy preocupado con todo esto. Solo me viene a la mente esa vieja frase jocosa que dice… Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos… ahora bien, vale la pena arriesgarnos?