Hoy 10 de julio se conmemora un año más de la fundación del Centro Democrático, que es el núcleo primigenio de lo que posteriormente fue el Partido Liberal, el cual tuvo su auge desde 1904 a 1936.
Eduardo Nakayama, senador nacional electo por el PLRA e historiador, explicó que con la incursión del militarismo, la democracia quedó prácticamente relegada a un segundo plano y en ese contexto, en 1942 el partido fue proscrito durante el régimen del general Higinio Morínigo. Luego en 1946 vuelve a funcionar pero un año después va de nuevo al exilio, con el Directorio en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo.
“Se reorganiza en la década del 60 como Partido Liberal, posteriormente las divisiones internas hace que se cree un segundo bloque llamado Partido Liberal Radical y finalmente, en el año 1977 surge otro frente denominado Partido Liberal Radical Auténtico. Bajo esta última denominación se aglutinaron todos los liberales. Sin embargo, el nombre actual del partido es una cicatriz del stronismo, por lo tanto tendría que volver a sus raíces para ser de nuevo Partido Liberal a secas, como lo fue la mayor parte de la historia”, detalló Nakayama.
Comparación
Para Nakayama, el partido se encuentra ante una situación bastante similar a la vivida por los fundadores del Centro Democrático en 1887, cuando se tenía también el acaparamiento total de los poderes del Estado por parte del oficialismo, caballerista, antes de la fundación del Partido Colorado el que dominaba el escenario político. Era presidente de la República el general Patricio Escobar, pero indudablemente el líder de la facción oficialista era el general Bernardino Caballero.
“En ese entonces, se realizaron las elecciones en Villarrica y en junio de 1887 se ejerció una violencia en unos comicios que derivaron en cuatro muertos y una docena de heridos. A partir de allí, se funda en Asunción el Centro Democrático”, comentó el senador.
En la actualidad se puede hacer un paralelismo con dicho periodo inicial con el condimento adicional de las divisiones dentro del PLRA que pueden afectar el normal funcionamiento de la institución de cara a la difícil tarea durante los próximos cinco años de mantener la identidad y sobre todo la línea opositora.
Convención
Lo que se va a definir el próximo 6 de agosto en la convención partidaria es la posición por una línea de control estricto a la función gubernamental y a una línea opositora, rol para el cual les han elegido los votantes.
“Tenemos que cuidar que el último bastión de la defensa de la democracia, que es el Partido Liberal, no caiga también en manos del cartismo. Esa es la gran misión que tenemos, sabemos que esto no va a ser fácil, algunos irán y seguramente volverán, otros irán y se quedarán, pero nosotros tenemos que abogar para que el partido pueda ejercer su rol de opositor en los próximos cinco años y espero que eso sea lo que se defina en la convención, independientemente de las responsabilidades políticas que indudablemente tiene el Directorio actual, encabezado por Efraín Alegre, quien fue candidato a presidente de la República en tres oportunidades”, indicó Nakayama.