¿Qué hay detrás de las demoras para construir un tren o un metrobus?
A estas alturas es legítimo que nos preguntemos a qué obedecen tantas demoras, aplazos, postergaciones y cancelaciones en los proyectos destinados a dotar a Asunción y conurbano de un sistema de transporte digno de ser llamado tal.
El fracaso del Metrobus es tan descomunal y sospechoso que traspasa todos los límites de lo racional. ¿Se debió a un mal diseño de la obra, mala ejecución o la operación de intereses que se estaban sintiendo tocados directamente, como la comunidad de acarreadores disfrazados de transportistas de pasajeros? Todo está paralizado, ni siquiera la investigación abierta tras el colapso de la obra recién empezada parece haber llegado a conclusión alguna. Mientras tanto, una avenida destruida, miles de propietarios llevados a la ruina y, una vez más, la ciudadanía rehén del ”servicio” entregado por unas líneas de ómnibus que no se las desearíamos ni a la más jurásica de las monarquías tribales de Africa.
Y luego, el interminable cuento de las mil y una noches del tren de cercanía, o tren suburbano. Ahora dicen, dentro del propio Gobierno que está gestionando su puesta en obras, que resulta llamativo que de una adjudicación por licitación se pase, sin transición, a una adjudicación por concesión directa a la empresa coreana de turno en el desfile de cuentos de hadas.
¿Cómo es la historia? ¿El propio Gobierno sospechando sobre lo que el Gobierno está haciendo? Cada día nos vamos pareciendo más a Argentina, en donde el Gobierno kirchnerista, a falta de enemigos que pelear afuera, entabla encrespadas trifulcas dentro de la mismísima troika gobernante.
Está bien mezquinar el centavo y también ser cuidadosos a la hora de encargar obras públicas. Pero aflojen un poco y dejen de perder el tiempo a raudales. Todos los procedimientos ya han sido inventados y no debiera haber nada oculto o complicado en construir un trencito de 30 kilómetros de longitud. Por encima de todo está un bien superior, brindar un servicio digno a una ciudadanía harta ya de ser tratada como ganado en mugrientos ómnibus-chatarra.
Señores Ministros, no están ahí para gastar el tiempo en nada. Arremánguense y vayan a fondo con este tema. Somos el último país del Hemisferio con semejante déficit de transporte público. Sincronicen relojes y pulvericen, de una buena vez, la mafia de los acarreadores que tiene presos a millones de paraguayos en sus destartalados jaulones rodantes.
Se lo necesita con urgencia.
