viernes, mayo 16

Tañarandy 2025: La primera Semana Santa sin Koki Ruiz, pero con su luz más viva que nunca

San Ignacio Guazú vivió este año una Semana Santa diferente. Por primera vez en décadas, el silencio del Viernes Santo no tuvo entre sus sombras la presencia física del maestro Koki Ruiz, quien falleció el 20 de diciembre de 2024 tras perder su valiente lucha contra el cáncer.

Sin embargo, su espíritu lo impregnó todo: en cada farol encendido, en cada paso del Yvaga Rape —el camino al cielo—, en la voz profunda de los estacioneros y en el corazón palpitante de un pueblo que no olvida.

Tañarandy, la Tierra de los Irreductibles, volvió a convertirse en un escenario sagrado, bajo la expresión artística de la pasión y muerte de Jesucristo. Pese a la ausencia del maestro, representó la fusión entre arte, fe y devoción. Este año, fueron sus hijos—Julián, Macarena y Almudena—quienes asumieron el compromiso de continuar su legado, manteniendo viva la esencia de su obra. En un emotivo acto de homenaje, la familia Ruiz participó activamente en la organización de la procesión y en la creación de espacios de memoria, como una exposición fotográfica que compartió imágenes históricas del inicio de Tañarandy y la evolución de la religiosidad popular en la región.

El legado de Koki Ruiz se hizo presente también en una exposición fotográfica montada al lado del templo local, donde su hija Almudena Ruiz compartió imágenes históricas que capturan los inicios de esta expresión única de religiosidad popular. Una muestra pensada para niños y jóvenes, pero que conmovió a todos por igual. Porque mirar esas fotografías era volver a ver a Koki, pincel en mano, transformando barro en símbolos, sueños en escenografías, fe en arte vivo.