Me decía un amigo que un negocio seguro en el mundo cómo la alimentación y medicina es la muerte Todos en el mundo algún día moriremos y cuando ocurra no terminan los gastos habituales por lo que se presenta poner dinero para el ataúd, velorio y lugar de sepultura sino se piensa cremar el cadáver. Ahora me toca escribir acerca de este triste pero real y natural momento para todos, que de acuerdo a la forma en que vivamos podemos hacer que ese día se aleje o prolongue nuestra estadía en el vivir.
El unico viaje en el que podemos ver, escuchar, respirar, sentir, pensar y movernos, y que a su vez no es el deseo de algunos que optan por el suicidio o fallecen en impredecibles accidentes.
Existen formas y formas de dejar nuestro planeta, que no es el deseo de nadie, aunque algunos deseen dejar de ver, escuchar o sentir la presencia de otros en momentos y lugares particulares.
Ademas de sacarse la vida o suicidarse existe el suicidio asistido que consiste en una acción en la que un paciente, desea poner fin a su vida debido al dolor y sufrimiento causado por una enfermedad y solicita la ayuda necesaria de los profesionales sanitarios con el fin de cortar y parar el sufrimiento que tiene una persona. Paraguay no cuenta con ley que favorezca la eutanasia y suicidio asistido por mas que la intención sea poner fin al sufrimiento de una persona, es un homicidio.
Europeos en la vanguardia
Más en otros países ya cuenta con posibilidades legales de poder ser llevado adelante cómo en Francia donde la Academia Nacional de Medicina está de acuerdo con la idea de un “derecho” al “suicidio asistido”, que considera inhumano no responder a la “desesperación” de ciertos pacientes que desean acortar su sufrimiento, en contra de sus posiciones pasadas sobre el tema.La Academia Nacional de Medicina decide, en dictamen hecho público el miércoles 12 de julio, por el registro en la ley de una forma muy precisa de asistencia activa al morir.
Muchos coinciden en que si la vida es propiedad de cada uno, uno tiene la potestad de decidir lo que quiere hacer con ella, más debemos entender que el morir no es cómo tatuarse el cuerpo, usar un piercing, hacer viajes o cambiar de tendencia política, sexual o lo que no esté a favor el entorno social o familia con la que vivamos. Morir es morir y todo se acabó, la recuperación, momentos felices o tristes vividos con amigos, familia, aromas y detalles vistos y sentidos que ya no existirán más en la vida que se va y los que quedemos sin el miembro que nos producía lindas emociones y ya no estará más para continuar festejando o sintiéndonos cómodos en la vida.
Un vivo cree que la muerte no es necesaria más para acabar con dolores físicos,mentales o espirituales; fallecer es el único viaje que existe cómo opción, que para algunos es aceptable y otros lo consideran un acto egoísta y no generoso con la comunidad de personas que han acompañado y acompañan al paciente convaleciente que a la vez de estar en su terapia intensiva está pensando al ver, sentir y escuchar lo que pueda en cómo fue que terminó acostado sin poder levantarse, interactuar con su entorno.
Soluciones dramáticas para una vida que se escurre en la gravedad de la muerte.