La detención de Osorio -diputado y cooperativista de San Cristóbal- ha generado una serie de suspicacias en torno al manejo del dinero.
Evidentemente este operativo “A ultranza” tiene por objetivo hacer un seguimiento de todos los recursos económicos que mueve el narcotráfico, no solamente capturar a sus operadores, sino también a los que se nutren económicamente de ese negocio multimillonario. Y cada vez nos sorprendemos más el grado de friccionamiento que ha tenido a lo largo de todo este tiempo en todas nuestras instituciones. No hay un organismo público que no esté salpicado de lo mismo o algún movimiento económico que se toque en algún sitio que no tenga algo que ver con el negocio.
La Cooperativa San Cristóbal ha anunciado que Osorio ha dejado de pertenecer a su plana y que van a empezar una tarea de investigación para saber si los recursos allí depositados se corresponden a un dinero lícito o si son sospechosos para denunciarlo.
La fiscalía decía que yo tenía toda la información de Osorio mucho antes de que se diera a conocer por las redes sociales, sin embargo no pudo sortear el papelón que significó que el caso se conociera antes que ellos, o que no pudieran seguir tapando lo que a todas luces era un escándalo de proporciones.
Ojalá este momento del país sea aprovechado para limpiar esta cloaca a cielo abierto en el que se ha convertido -desafortunadamente- el país.
