La Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) denuncia la agresión sufrida por la asociada identificada como María Graciela Sánchez y su hija, Cynthia Cardozo Sánchez, por parte de miembros de la unidad policial llamada Linces, tras la manifestación de la «Generación Z», en el centro de Asunción.
Actualmente, la asociada se encuentra en su domicilio imposibilitada de moverse a causa de los golpes y su hija, se encuentran internada en el Hospital del Trauma, pues sufrió la fractura de una pierna, situación que la obligará a someterse a una cirugía.
Ocurrió al finalizar la movilización cuando madre e hija se retiraban pacíficamente para volver a casa mientras caminaban, notaron que policías de la montada y los linces se acercaban, hasta que uno de los motociclistas las atropelló con toda intencionalidad, provocándoles a ambas lesiones de gravedad, señala el comunicado. Todo está documentado en vídeo en el que se nota claramente lo ocurrido y la actitud demencial de los agentes.
La agresión denunciada es también una demostración de la cobardía con la que actuaron las denominadas “fuerzas del orden”, pues sabían perfectamente que no atropellaban a una turba ni a un grupo peligroso, sino a dos indefensas mujeres, víctimas de esta acción que riñe con la más elemental racionalidad.
«Exigimos al gobierno nacional hacerse cargo de la dolorosa situación que viven hoy María Graciela y su hija. Más allá de los gastos que demanda lo ocurrido, está la necesidad de un resarcimiento moral que se les debe a dos ciudadanas que jamás buscaron la violencia ni expusieron actitud agresiva alguna. Responsabilizamos al gobierno de la República de lo que pueda ocurrirles a María Graciela y a Cynthia de aquí en adelante», «, expresa parte del comunicado.
Uno de los videos viralizados muestra a un agente del Grupo Lince que embiste a un grupo de personas, arrollando a un grupo de tres personas entre las que se encontraban madre e hija.
Al final del comunicado, la agrupación señala que hecho lo compartirán con los gremios hermanos de escritores del continente para que se sepa cuál es la actitud del gobierno paraguayo ante una ciudadanía que sale a las calles a reclamar el cese de la corrupción.
«Mientras la ciudadanía sufre los embates de la pobreza, la inseguridad y la falta de educación y de un sistema sanitario público, derechos básicos de todo ser humano que caen bajo responsabilidad del Estado», concluye el comunicado.
La represión policial dejó más de 31 aprehendidos, de los cuales 29 varones fueron derivados a la Agrupación Especializada y dos mujeres quedaron bajo resguardo de la Policía Urbana.
Diversos videos difundidos en redes sociales evidencian la dureza de la intervención: en la calle Herrera casi Antequera se observa a uniformados en motocicletas persiguiendo a manifestantes, mientras cascos azules y la Caballería dispersaron a los manifestantes.