Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Varias manifestaciones sociales vuelven a aparecer en las calles de nuestra República, de campesinos solicitando mejores oportunidades, y esto es simplemente el comienzo de una serie que vamos a observar a lo largo de este tiempo, en donde ya el temor a ser contagiado se ha dejado a un lado y la cuestión de sobrevivir como sea parece ser la norma.
Inclusive dentro de la Organización Mundial de la Salud hay visiones contrapuestas entre aquellos que dicen que hay que seguir cuidando el contacto de las personas para mantener los niveles de peligrosidad del coronavirus controlados, y hay otros que dicen es mejor salir a enfrentar la posibilidad del contagio por rebaño, porque lo peor sería que se tenga que morir de hambre.
Hay muchas circunstancias en las que se muestran en números realmente escalofriantes de cuánto creció la hambruna en regiones en donde ya había circunstancias lamentables en este campo, como los de Brasil o de la India, y por qué no, también en nuestro país, en donde vemos que el porcentaje de personas que viven en la pobreza, según se dio a conocer en un informe, se incrementó.
La contención es cada vez más compleja porque hay que hacerlo en territorios urbanos más complejos que la visión de antes que se tenía sobre la pobreza como una cuestión exclusivamente rural. Es el tiempo de cambiar con políticas apropiadas y fundamentalmente entender la complejidad del manejo social que implica este tiempo de coronavirus.
