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Siete tipos de poder

  1. El poder político. Es el más público de los poderes. Tiene nombre y apellidos: gobiernos, funcionarios, partidos, legisladores. Es el poder que tiene que dar la cara y por lo tanto, el más susceptible de ser criticado. El poder político es el poder clásico, pero no el único poder. Siempre hay poderes detrás de él.2
  2. El poder invisible. Es, la mayoría de las veces, el verdadero poder. No da la cara, se oculta, manipula. Se disfraza. Teje las redes de intereses a su antojo desde las sombras. Es un poder contradictorio: es invisible pero tiene muchas caras. Los poderes invisibles son los poderes no políticos. Los poderes que echan por delante a los políticos, para que sean destrozados por la opinión pública, mientras ellos ejercen el poder sin dar la cara. Y sin pagar sus consecuencias.
  1. El poder del dinero. Es un poder arrogante. Ostentoso. Cree que lo puede comprar todo: conciencias, sentimientos y trabajos. Es un poder que le gusta dictar las normas, pero no asumirlas. Se siente impune, pues, según él, no hay nadie que se le resista. Es un poder vulgar, pero efectivo. No conoce de ideales ni le interesa. Su Dios es el dinero.
  2. El poder religioso. Uno de los poderes más poderosos. Siempre ha estado presente en la historia de las controversias sociales. Mueve y manipula masas. El poder político le teme; el poder económico le apoya. Tiene muchos defensores, y menos detractores. El poder religioso es dueño de creencias y costumbres. Impone la narrativa del principio y del fin del mundo. Mientras haya vida y necesidad de fe, el poder religioso siempre existirá.
  3. El poder ideológico. Los poderosos y los ricos, siempre tendrán necesidad de justificarse. De imponer sus ideas y sus valores a las mayorías. Harán que la masa crea y repita lo que ellos quieren. Han renacido los credos políticos. Un líder dicta lo que hay que decir, y la masa simplemente repite. Y en política, la repetición, no admite razonamiento.
  1. El poder de las plataformas digitales. Hoy en día, son los poderes más poderosos. Controlan nuestra información, hábitos y preferencias. Jamás un poder se metió tanto a nuestras conciencias. Jamás un poder controló a tantos. Son poderes más poderosos que muchos gobiernos. Este poder ha tomado las plazas de nuestro interior. Se ha adueñado de nosotros. Para las plataformas digitales, más que ciudadanos, somos mercancías. Y así nos tratan.
  1. El poder de la novedad. Somos seres impacientes. Devoramos contenidos efímeros y apresurados. Hay un frenesí por saberlo todo y rápido. Una noticia sepulta a otra en minutos. O en segundos. La novedad es la gran droga de nuestros tiempos. Todo un poder.

 

Guadalupe Robles
Guadalupe Robles
Gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Debate. Politólogo por la UAM. Doctor en Derecho de la Información. Profesor-Investigador. Lector disperso.

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