El día de hoy he despertado algo incómodo se preguntarán por qué. Es sencillo, pensé en hacerlo en paz más me encontré con la verdad de tener un ruido fuera de casa no era cualquier ruido, sino se trataba de «música» a un volumen ensordecedor, una experiencia nada nueva para los que habitamos esta tierra. una cargada de juventud que parece no oír o no quiere escuchar bien y necesita casi siempre tener a un volumen elevado la melodía que quiere de compañía, Estas experiencias que son habituales y mas perturbadoras los fines de semana o ese tiempo destinado para el descanso del trabajo.
La rutina diaria y todo lo que pueda deteriorar los sentidos nos afecta severamente. Los mismos que usamos para absorber información, conocimiento y todo lo que nos sirva para mejorar, beneficiar o perfeccionar algo que lo que afecte el oído o la vista por la intensidad de decibeles o la fuerza de la proyección de cualquier imagen.
La polución sonora es la causa principal de las denuncias al 911 y en los tiempos que buscamos tener paz y calma y no lo que le cause daño, averías o problemas que puedan terminar contra sí mismos o el mismo entorno que “escuchó” ruidos que pueden ser bien percibidos a un volumen normal porque suponemos que no todos gustan de magnitudes elevadas o tendrían dificultades para oír bien.
Ubicarse y respetar
Al desubicarse en un comentario en una reunión social un conocido me dice; Iñaki y si tomas un ubicatol?, que por eso pregunto ¿qué es eso? y me responden que es para ubicarse en el espacio,tiempo y entorno en el que esté en un momento determinado. Y tienen razón muchas veces como cuando me quejo de los ruidos molestos.
Con todo me imagino actividades que no deterioran, destruyen o estropean vidas o estados de salud sino los preservan y/o mejoran para lograr empezar y terminar bien los meses, semanas y años en nuestras vidas. Todo para lograr continuar el viaje de la existencia no con fallas, detrimento o lo que no sirva para seguir en orden nuestro vivir hoy aquí. Finalmente, el único lugar que tenemos para continuar descansando, despertar, asearse, desayunar, trabajar y volver a relajarnos.
Rutina difícil de hacer con incómodos hábitos de vecinos o personas que acostumbran a deambular con vehículos o discotecas ambulantes, que tienen cómo objetivo principal hacer lucir cómo se ven y aturdir a quienes tenemos la desgracia de despertar con incómodos y desubicados. Solo pedimos que sean ubicados, geniales y educados, no es mucho y es muy relevante. Vivir en armonía es clave para vivir mejor.