Las investigaciones en los colegios en torno a los casos de violación han sido a lo largo de la historia paraguaya una cuestión recurrente, un secreto a voces; pero todo acababa en prácticamente la nada.
Hoy, algunos padres tienen la valentía de denunciar esos casos y el Colegio SEK, un colegio internacional, corre el riesgo de ser clausurado según lo dijo el propio Ministro de Educación, Zárate.
No puede tampoco el Ministerio aducir que no sabía de esto, cuando su tarea es la de fiscalizar, intervenir, controlar lo que acontece en cada institución pública y privada.
Demasiado tiempo dejado, sin ningún tipo de control permite circunstancias de este tipo; al no aplicarse los protocolos, al no conocerse qué es lo que debiera hacer y cómo, y la gravedad que supone el encubrir situaciones tan deleznables como estás que han sido noticia en las últimas semanas.
Hay que recuperar el sentido del asombro, de la proximidad, de la cercanía, de la empatía y fundamentalmente de la tarea de control por parte del Estado.
Si no lo hacemos, pronto, vamos a seguir lamentando hechos que se dan probablemente sin conocer todavía en varias instituciones públicas y privadas con cierta frecuencia.