El título va de la mano con una famosa expresión del literato ruso Leon Tolstoi que decía “retrata tu aldea y serás universal”, y es así que hoy me toca escribir acerca de otro viaje hecho al interior del país, específicamente al dpto del Guairá y su capital : Villarrica. Ahí tuve la oportunidad de formar parte del festejo de los 50 años de la Coopeduc, una cooperativa próspera fundada por 136 maestros en 1972 y hoy tiene más de 80 mil socios. La celebración tuvo la presencia de Lizza Bogado y Benjamín Fernández Bogado quienes hablaron y cantaron sobre el triunfo de la solidaridad en la pandemia.
Pero su espectáculo “contando y cantando el Paraguay” no fue el único evento cultural que me tocó estar. Participé el viernes pasado en la presentación de un libro titulado; “Villarrica la andariega y los personajes del Guairá” del ex parlamentario Cesar Marcelino Garcete. El texto resume la rica historia cultural, en la que se incluye los 100 años de persecución que soportó la ciudad en aquél entonces por la invasión de los bandeirantes y sus siete mudanzas durante el imperio colonial español.
La ciudad de grandes referentes de la cultura nacional cómo Ramon Indalecio Cardozo y Delfín Chamorro es cómo un segundo hogar para mi porque tengo familia en este lugar que cada vez que visito su casa se destacan por su hospitalidad y simpatía como su misma población que tiene un espíritu abierto y curioso con lo que sea de afuera sin mostrar en absoluto una actitud ofensiva para con las figuras e ideas que salgan de sus fronteras.
Cada oportunidad que se me presenta para salir de casa para viajar a algún lugar es una coyuntura para aprender haciendo uso de los sentidos para absorber información y conocimiento sobre los destinos que me toque visitar.
Días atrás fue el sur del Paraguay y ahora me tocó ir en dirección a otra coordenada no fuera del país, en el centro de la regiòn Occidental, para asimilar lo que se hace y vive en esta ciudad fundada en 1570 por Ruy Díaz de Melgarejo.
El retrato de nuestra realidad.
El dibujar, fotografiar o retratar un lugar en particular es una de las obligaciones más exigentes por lo que podría ser luego la crítica del poblador del espació escogido para reproducir. Más si se trata de una importante ciudad no solo para el que lo habita sino sobre todo para la historia del país que lo acoge, que se destaca no tanto por sus riquezas naturales o pertenencias. El escritor conocido popularmente como Taki Garcete es un maestro de historia, promotor de la educación y la cultura y por sobre todo un reconocido deportista que ganó todo en el basket y el fútbol. Un hombre de 80 años que dió lustre a su ciudad y que ahora decidió plasmarlo en su primer libro.
Somos de la misma aldea que puede ser universal realmente no solo por aparecer en pantallas sino sobre todo por formar parte del relato que haga su población dando un uso racional y adecuado de sus redes sociales que deben enredar sino hacer común o comunicar historias, y su descripción cómo el maestro Garcete y su trabajo sobre su andariega ciudad.
Desde donde hay muchas cosas que contar, conocer y saber más de lo que entre nosotros nos encargamos de retratar y que no son necesariamente buenas noticias, que a su vez no hacen el informarse estáticos o andariegos una feliz experiencia sino sobre todo una triste e incomoda hoy día que globalizamos nuestra vida personal a través de las redes sociales y lo que tenga la red internacional cómo medio para cumplir bien el consejo del escritor ruso para el mundo del que somos parte aunque a veces no nos damos cuenta de eso. Ha sido un viaje muy provechoso.
