Claramente, tenemos una crisis de representación en nuestro país. Todos los espacios de poder se encuentran copados por representantes de una organización, el Partido Colorado, y sus organizaciones y movimientos satélites. Así tenemos una hegemonía de derecha conservadora que solo defiende a la claque privilegiada y nunca plantea cambios reales en beneficio de los trabajadores y las trabajadoras.
Desde el PLRA surge la propuesta de reforma constitucional, pero si no cambiamos las reglas electorales por qué deberíamos esperar resultados electorales diferentes.
Actualmente, todos los cargos electivos tienen mayoría absoluta colorada; desde la Presidencia, Gobernaciones, Juntas departamentales y Municipales, inclusive el Congreso Nacional hasta las Comisiones Vecinales.
El 94% de los fiscales son colorados, dice el senador liberal Víctor Ríos, y propone que estos cargos se pongan a votación. En las condiciones actuales esperar un resultado diferente a la consolidación colorada es ingenuo, como mínimo.
Romper con la hegemonía colorada de los espacios de poder lo podremos hacer cuando el sistema electoral responda a criterios de mayor participación, pluralidad e igualdad de condiciones para todos los partidos políticos. Ahora nuestro sistema electoral privilegia a los sectores con mayor financiación.
Si queremos mejorar nuestra representatividad y por ende consolidar nuestra democracia urge una reforma del sistema electoral en donde apuntemos a establecer montos máximos de aporte por persona y también montos máximos para todo el gasto en campaña electoral, que solo personas físicas puedan aportar no así personas jurídicas (empresas o religiones) y que una persona no pueda aportar en diferentes partidos durante el mismo proceso electoral.
Además, modificar aspectos del proceso electoral que tiendan a disminuir la brecha entre los diferentes partidos políticos como que la propaganda en medios masivos sean no pagas, en horario central, misma extensión y tiempo para todos los sectores; sea obligatorio que las candidatas y los candidatos participen en debates y que los medios los realicen; las inscripciones de las listas deben estar sujetas a la presentación y registro del programa electoral del Partido, Movimiento, Concertación o Alianza que se presentan a elecciones generales Nacionales, Departamentales y Distritales, y que sea de acceso público; entre otros.
A medida que logremos más pluralidad tendremos una mejor democracia, donde se discutan programas políticos y no como ahora que solo tenemos disputas por quien se queda con la mejor tajada del negocio, garantizado por la asociación pública privada para delinquir que impera en Paraguay.