Una prohibición impuesta por el Gobierno de Pakistán para impedir la retransmisión en directo de los discursos del ex primer ministro Imran Khan provocó este domingo el rechazo de su formación que ve la medida como una forma de silenciar al carismático líder.
Para la formación de Khan, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), el veto de la Autoridad Reguladora de Medios Electrónicos de Pakistán (Pemra) para prohibir a la televisoras del país a retransmitir discursos de Khan es una clara señal de “fascismo”.
El órgano regulador dio el paso después de que Khan, en un discurso transmitido en vivo por canales de televisión, advirtiera a los jefes de policía de Islamabad que registraría un caso en su contra por “torturar” a un líder del PTI, Shahbaz Gill, bajo custodia policial.
Khan también amenazó al juez Zeba Chaudhry por aprobar la solicitud de la policía de extender la medida de prisión preventiva a pesar de saber que Gill fue sometido a “tortura” durante el primer periodo de prisión preventiva, dijo.
“No te lo permitiremos (Zeba), también presentaremos un caso en tu contra”, advirtió Khan en un mitin en la capital paquistaní contra la supuesta tortura infligida a Gill por la policía.
Los “fascistas importados están tratando de prohibir los discursos de Imran Khan en la televisión”, dijo en Twitter el partido de Khan, que hizo un llamado a sus partidarios para que se suscriban a sus canales de redes sociales.
La autoridad de medios indicó en una notificación enviada a los canales ayer, y difundida hoy por los medios paquistaníes, que Khan en sus discursos “acusa continuamente a las instituciones estatales al formular acusaciones sin fundamento”.
Así, a juicio de los reguladores, Khan “difunde discursos de odio a través de sus declaraciones provocativas contra instituciones y funcionarios estatales, lo que es perjudicial para el mantenimiento de la ley y ordenar”, señaló en el escrito.
Sin embargo, un portavoz del ex primer ministro, Fawad Chaudhry, sostiene que la prohibición ha sido impuesta por “miedo” a los discursos populares de Khan.
De acuerdo con el organismo gubernamental de ahora en adelante solo se permitiría la transmisión de los discursos grabados del ex primer ministro, “después de que se establezca un mecanismo efectivo para garantizar un monitoreo y un control editorial efectivo de conformidad con las leyes de Pemra”.
Gill, estrecho colaborador de Khan, enfrenta cargos de sedición por sus comentarios en un canal de televisión.
El político fue internado esta semana en un hospital público en Islamabad después de que su salud se deteriorara en la cárcel de la vecina Rawalpindi.
De acuerdo con el líder del PTI, a Gill se le infligió tortura física, incluido “abuso sexual”, bajo custodia policial.
La medida contra Khan ocurre después de que se registrara ayer una denuncia en una comisaría de policía de Islamabad por sus “amenazas” en el discurso que incitan a la gente a rebelarse contra las instituciones estatales, según la policía.
fuente: EFE