Lo veníamos diciendo una y otra vez, que las compras vía mecanismo Covax habían resultado ser un gran fiasco. Ahora se busca la manera de retornar el dinero ya pagado a este consorcio creado por la OMS, para proveer de biológicos a los países. Paraguay había apostado gran parte de su estrategia contra el Covid-19 esperando que las vacunas llegaran en tiempo y modo, y no llegaron como debieran. Se pagó por toda la cantidad, pero tuvimos que mendigar, de nuevo, vacunas en un momento en que los números de personas fallecidas por Covid-19 superaban los 250 diarios.
Evidentemente, ha sido un muy mal trabajo del Gobierno de Abdo, de su Ministro Mazzoleni, y ahora su sustituto Borba dice que van a buscar que ese dinero que pagaron se les devuelva en la cancelación del contrato.
Pareciera ser que el camino no va a ser fácil, y tampoco importa mucho a los Gobiernos de Paraguay perder dinero en este tipo de transacciones, en las que generalmente ya van amarrados las propias autoridades que firman el contrato respectivo.
Esta es una muestra más del poco sentido de capacidad que tienen nuestros compradores de recursos en los momentos importantes. Habíamos promovido la creación de una unidad de fuerza (Task force en inglés) que estuviera conformado por las mejores personas del país para hacer este tipo de transacciones, no se dió aquella oportunidad, y se creyó que un ministro amigo de Abdo, Mazzoleni, era capaz de entrar en las complejidades de los vericuetos burocráticos internacionales y salir indemne.
Ahora, definitivamente, muchos de los muertos pueden ser atribuidos a la falta de biológicos en su momento, o a la corrupción imperante dentro de la estructura gubernamental local e internacional.