Especialistas del BID
El Paraguay está dividido en dos regiones naturales separadas entre sí por el río Paraguay. La región oriental, al este; y la Occidental o Chaco, al oeste. Esta última, ocupa el 61% de la superficie total del país, pero alberga solo el 3% de la población. Sin embargo, tiene un potencial productivo que no permite desarrollarse del todo, en gran medida, por la deficiencia en infraestructura.
Las dos guerras mundiales trajeron como consecuencia la inmigración de las comunidades menonitas al Paraguay, estableciéndose en primer lugar en el Chaco, territorio hasta ese entonces inhóspito, donde se enfrentaron a condiciones adversas del clima, suelo e infraestructura para el desarrollo de la comunidad. La organización demográfica y económica del Chaco paraguayo quedó influenciada en torno a colonias menonitas establecidas en ese entonces, ubicadas mayormente en el Chaco central, cuyas principales localidades, Filadelfia, Loma Plata y Neuland son sede de las pujantes industrias que forman parte de sus cooperativas de producción, y de las cuales se destacan las plantas procesadoras de leche, frigoríficos, plantas de alimentos para animales, procesadoras de yerba mate, entre otras industrias que abastecen al mercado local e internacional.
El Chaco tiene aproximadamente 6,1 millones de cabezas de ganado bovino, 44% del total del país (¡lo que equivale una relación de 30 vacas por cada habitante en el Chaco!), y es el origen de cerca del 47% de la carne bovina exportada por el país (Paraguay es el sexto exportador mundial de carne).
Además, el Chaco alberga 109.000 cabezas de ganado dedicados al sector lácteo, equivalente a más del 55% del país, cuya producción total es de 888 millones de litros/ año, de la cual más del 90% de la producción láctea se industrializa para exportación y abastecimiento del consumo interno del país.