Nuestra incipiente democracia podemos consolidarla de diferentes formas, haciendo que las instituciones del Estado funcionen, combatiendo fuertemente la corrupción y otras acciones moralizadoras. También desde los partidos políticos, trabajando por nuevos liderazgos, generando espacios para todos y presentando buenos candidatos. Este último punto es algo muy distante de la política contemporánea paraguaya.
Muchas de las personas que están en la carrera política para las presidenciales 2023 no son candidatos atractivos, por lo que no hay oferta electoral. Sin mencionar nombres, los partidos tradicionales están apostando nuevamente por figuras que ya conocemos. Personas que ya han intentado llegar a la presidencia, como el caso de Efraín Alegre y Santi Peña. Mientras que Velázquez forma parte del gobierno actual.
No hay un líder político que pueda despertar pasión y entusiasmo por parte de los electores. En Paraguay necesitamos de una buena oferta electoral, para que haya masiva participación en los comicios y así consolidar la democracia y lograr mejorar la calidad de nuestros representantes
Los líderes tampoco presentan propuestas claras, más bien se centran en ataques personales, en vez de hablar de planes para el país, de programas de gobierno y de las estrategias que frenen la corrupción, un mal que contamina y destruye gravemente las instituciones del Estado.
La gente tiene muchos problemas, hay familias con graves problemas económicos, mucho desempleo, mucha inseguridad, mucha corrupción, pero los políticos utilizan esta etapa de pre campaña electoral para bombardearse unos a otros, sin importar en absoluto la situación de la sociedad paraguaya.
Deberían presentar planes más concretos y que sean aplicables o realizables. Ya es hora de que los políticos comiencen a pensar en el bienestar de la sociedad.