Adrian Vlok, exministro de Ley y Orden responsable de la represión durante el régimen racista del apartheid en Sudáfrica, falleció este domingo a los 85 años en un hospital de Pretoria, informó el portavoz de su familia, Peet Bothma.
«Con gran pesar, la familia anuncia que Adriaan Vlok, exministro de la ley y el orden y servicios correccionales, murió temprano esta mañana después de una corta enfermedad», afirmó Bothma en un comunicado.
«Le sobreviven su esposa Antoinette, tres hijos, cuatro nietos y un bisnieto», señaló el portavoz.
Vlok ejerció de ministro de Ley y Orden entre 1986 y 1991, en el tramo final del régimen de segregación racial impuesto por la minoría blanca en Sudáfrica, que imperó de 1948 hasta 1994, cuando Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro del país.
El difunto fue responsable de la «detención de unas 30.000 personas» en su intento de sofocar las revueltas contra el régimen racista, según la web de la ONG especializada en historia sudafricana South African History Online (SAHO).
Vlok, como miembro del Consejo de Seguridad del Estado, se vio envuelto en denuncias de planificación y aplicación de medidas represivas, incluidos escuadrones de la policía y atentados con bombas y asesinatos de activistas contra el apartheid.
El exministro testificó ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, creada por el Gobierno de Mandela para esclarecer las atrocidades del apartheid, y admitió haber cometido crímenes como el atentado con bomba contra la sede del Consejo Sudafricano de Iglesias en Johannesburgo en 1988.
Fue el único ministro del Gobierno del apartheid que reconoció esos crímenes y pidió disculpas, beneficiándose de una amnistía en 1999.
Vlok, que también trabajó como ministro de Servicios Penitenciarios de 1991 a 1994, buscó la redención pública por sus actos y, como muestra de arrepentimiento, llegó a lavar los pies de las madres y viudas de diez activistas anti-apartheid asesinados en 1986 por la Policía.
Asimismo, pasó años entregando comida gratis a familias negras pobres.
«Me siento avergonzado de muchas cosas que he hecho. Fui duro, no tuve corazón con la gente, encerré a la gente», llegó a decir, según medios locales.
«Apoyé el apartheid -confesó-, mantuve el apartheid, por lo tanto creo que tengo que decir que lo siento».
FUENTE: EFE