Van a lomo de mula mientras el sector privado viaja en jet
Son auspiciosas las perspectivas de apertura de nuevos negocios en el Paraguay, principalmente en el área metropolitana, con énfasis en los nuevos ejes corporativos. Los eventos de carácter internacional que van sucediéndose indican un rumbo que va tomando velocidad y calidad en sus propuestas y emprendimientos.
El sector inmobiliario puntea en estas tendencias porque la nueva ingeniería de espacios no para de proponer innovadoras formas de habitar como las nuevas integraciones de residencias, negocios corporativos, retail, gastronomía y esparcimiento. Esta revolución demanda constantes actualizaciones en la provisión de servicios, un verdadero callo plantal del desarrollo urbano en el Paraguay.
La explicación de todo esto es bastante simple: la iniciativa privada viaja en jet mientras los servicios operados por el Estado van a lomo de mula. Y esto no es ninguna exageración. Los paquidermos estatales y municipales que manejan el agua, la luz, las cloacas, los desagües pluviales, el pavimento, parking, accesos, salidas y demás conexiones viales no han podido superar su diseño fundacional. Si las comunicaciones están a tono con la época es porque las inversiones privadas han permitido el salto tecnológico que garantiza buena conectividad. Si dependiera de Copaco, heredera de otra antigualla, Antelco, estaríamos aún a la altura del cuerno de África, comunicándonos con alambritos y postes de palma.
El área metropolitana de Asunción podría convertirse en un polo de desarrollo importantísimo, si supiéramos como gestionarlo. Las únicas iniciativas que han superado los limites distritales son las contadas obras viales que, de no existir, complicarían aun más la circulación. Eso se logró porque el Gobierno central las impuso, ante la incapacidad de los municipios de organizarse y coordinar emprendimientos de beneficio común.
Está claro que intendentes y concejales del AMA jamás llegarán a ponerse de acuerdo para convertir la gran mancha urbana en una auténtica metrópoli sino que preferirán mantener, cada uno, su bolichito en donde colocar parentela y acaparar los negocios relacionados. Ah, y de paso, extorsionar y coimear a cuanto inversionista muestre interés de plantar en el área un desarrollo inmobiliario, tecnológico o de negocios.
Para más no les da su mezquindad y su limitado caletre.
