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Masturbar a tu pareja, todo un arte

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Tocar el pene de tu pareja puede parecer una tarea simple al momento de tener sexo, pero lo cierto es que muchas veces se llegan a preguntar si lo están haciendo bien o si lo deberían hacer mejor. Acá te dejamos algunos consejos para dar una buena paja, siempre recordando que el pene es único y quizás lo que funcione con un hombre, pero puede que no llegue a funcionar con otro, por eso la comunicación entre ambos es esencial.

La especialista en terapia sexual y de pareja, Dulce Pérez, recomendó como primer paso lavarse las manos, ya que estarás tocando una zona muy sensible. También podés apoyarte en un lubricante a base de agua, no de aceite porque pueden lastimar.

Ponerse en una posición cómoda es fundamental, a decir de la especialista, pueden estar sentados uno frente al otro o quien lo reciba puede estar frente al espejo y observar que lo están masturbando, a muchos les genera otro tipo de sensación.

Un consejo: Colócate detrás de tu pareja y busca el mejor ángulo visual: tu pareja tiene una vista más completa de ti masturbándolo y tú puedes ver sus expresiones faciales para saber cuánto le gusta.

“Debemos comenzar suave. Si le conoces a tu pareja puedes aumentar progresivamente no hay problema. Evita doblar o hacer algo que les cause sufrimiento o incomodidad. No te quedes solo con el pene, puedes jugar con los dedos y la lengua en zonas como el ano o el perineo que es el punto sensible entre el ano y el pene”, resaltó Pérez.

El sitio Vice aconsejó además poner atención a las señales de su cuerpo, como la respiración acelerada y los gemidos, para saber qué velocidad y nivel de presión lo excitan más, o si necesitas cambiar de movimiento. 

Si prefieres crear movimientos circulares, pon una mano sobre la otra y gira cada mano en direcciones opuestas mientras las mueves de arriba a abajo. Esta sensación no es tan fácil de lograr durante la penetración, así que tu paja se sentirá especialmente diferente.

“Existe otra técnica que le hace ver fuegos artificiales a los hombres.Podés cortar una vez que te des cuenta que el hombre está por llegar, eso aumenta la estimulación y funciona muy bien”, explicó Pérez.

Si el hombre tiene problemas de erección, pero está sano física y mentalmente, quizás esté cansado, no es el momento, podés intentar en otra ocasión.

LA COMUNICACIÓN, PRIMER PASO

La especialista en terapia sexual aseguró que la comunicación es fundamental, preguntarle cómo le gusta que le haga, qué le satisface, así podrá aumentar el placer y mejorar la confianza. 

“No te pongas a adivinar porque quizás lo que le hiciste a tu anterior pareja no funciona con la actual. Podés parar de masturbar cuando la persona te dice que quiere llegar al coito o eyacular en tu rostro o alguna parte de tu cuerpo, por ello hablarse mutuamente es necesario”, concluyó Pérez.

ALGUNAS RECOMENDACIONES QUE PUEDEN FUNCIONAR:

(Tomado de Vice)

Podés ponerte en posiciones que permitan la acción mutua. Si te gusta el 69, prueba alternando entre el sexo oral y la masturbación. Si te gusta sentarte en la cara de tu pareja, ponte mirando hacia su pene y tócalo mientras él te da sexo oral.

Escúpele en el pene a tu pareja

Un buen escupitajo, y los efectos visuales y de sonido que lo acompañan, pueden ser muy excitantes para ambos. Además, tu saliva es un símbolo de tu compromiso de hacer que la paja sea más excitante.

Haz que se le ponga dura con la mano

Si comienzas la paja antes de que tu pareja esté completamente duro, usa tu mano y dedos para acariciar su pene y bolas hasta que tenga una erección completa. Alterna con diferentes texturas y nivel de presión, como hacerle cosquillas con las yemas de los dedos o usar toda la palma de la mano para frotar suavemente su pene, comenzando desde la base y moviéndote lentamente hasta la punta. Una vez que hayas llegado a la punta, rodea su cabeza con los cinco dedos, aprieta y frota suavemente.

Estimúlale el ano

Si tu pareja te da luz verde, métele un dedo. Primero ponle lubricante a él y luego empapa tu dedo índice o medio, inserta el dedo con mucha suavidad. Después puedes experimentar con la profundidad, pero al principio no te pases del primer nudillo.