Cada día, el Ministerio Público recibe un promedio de siete u ocho denuncias de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Así en lo que va del año, ya se registraron 885 presuntos casos de violencia sexual contra menores.
Realizando un comparativo entre los últimos cinco años, la Fiscalía señaló que durante el 2019 se recibió la mayor cantidad de casos de abuso, con 3.284 denuncias. Seguidamente se encuentra el 2021, cuando ascendieron a 2.957 las denuncias de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes.
El único periodo en que se reportó una disminución fue en el 2020. En plena pandemia, las redes de apoyo compuestas por maestros y otros actores de la comunidad educativa se ausentaron a raíz de que la enseñanza se desempeñó de forma virtual.
“Estamos en la misma línea de 7 a 8 denuncias que van ingresando diariamente. A diferencia del 2019, cuando tuvimos una suma demasiado importante en la que llegamos incluso a tener 10 a 11 denuncias por día. Creemos que las campañas de prevención y también el aporte de los medios ayuda a que las personas empiecen a identificar estas situaciones como formas de abuso y hechos punibles que se debe denunciar”, explicó la fiscal Carina Sánchez, agente especializada en la Lucha contra la Trata de Personas y la Explotación Sexual Infantil.
En los últimos cinco años, se contabilizaron más de 16 mil denuncias de abuso sexual infantil.
La agente del Ministerio Público enfatizó en que la mayoría de los casos de abuso se da en el entorno familiar, donde el agresor constituye un allegado que ejerce la violencia de forma sistemática y en reiteradas ocasiones.
“La mayor cantidad de víctimas tiene entre 10 y 13 años. En cuanto a los victimarios, seguimos teniendo la información de que el 85 al 90% de los agresores son del ámbito cercano de la víctima. Cuando se produce dentro del ámbito familiar, la violencia lastimosamente se da por bastante tiempo y en reiteradas ocasiones hasta que alguien logra identificar la situación o, incluso, las víctimas se dan cuenta de que ese ‘acercamiento’ no está bien y lo relatan a alguna persona cercana de confianza”, indicó.
ASISTENCIA
Sánchez explicó que, tras la denuncia, se activa un protocolo de protección a la víctima, con el acompañamiento de diversas instituciones como la Defensoría Pública y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna).
“Necesitamos el acompañamiento de profesionales de la psicología para dar esa primera contención, intervención y obviamente también trabajamos de manera coordinada con otras instituciones como la Defensoría Pública. También, intervienen el Juzgado de la Niñez y la Adolescencia y en algunos casos incluso el Ministerio de la Niñez, teniendo en cuenta que tienen a su cargo los albergues que se utilizan en el caso de que esa víctima no tenga algún referente cercano que pueda hacerse cargo de su cuidado”, afirmó.
PREVENCIÓN
En lo que refiere a evitar que más niños y adolescentes se sumen a la lista de víctimas, la fiscal Carina Sánchez recordó que el Ministerio Público siempre integra y apoya las campañas que se desarrollan en todo el país.
“Sin embargo, los escasos recursos que tenemos muchas veces no nos permiten estar participando siempre en esas actividades, porque tenemos la función principal que es la persecución penal”, concluyó.