El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aprovechó el último debate entre candidatos antes de las elecciones presidenciales del domingo para acusar al actual mandatario, Jair Bolsonaro, de haber adoptado una política externa que aisló a Brasil de todo el mundo.
«Brasil era un gran protagonista internacional durante mi gestión y en su gobierno se convirtió en un paria. Nadie quiere conversar con Brasil y ningún país quiere recibir a Bolsonaro», afirmó el líder progresista, favorito para las presidenciales del domingo.
Según el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), al adoptar una política en la que se niega a dialogar con los países que no concuerdan con su ideario ultraderechista, Bolsonaro dejó a Brasil «más aislado que Cuba».
«Estamos más aislados que Cuba. Ningún país quiere recibirlo. Ningún presidente de ningún país quiere venir aquí», afirmó el candidato opositor al recordar las disputas que el jefe de Estado de Brasil ha tenido con varios líderes mundiales, principalmente europeos, por sus cuestionadas políticas ambientales y climáticas.
RECONOCIMIENTO MUNDIAL
El líder progresista aseguró que la política externa de su Gobierno tuvo gran reconocimiento mundial al punto que Brasil se convirtió en uno de los creadores del foro Brics (que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de la comunidad de países latinoamericanos.
Lula dijo que, en su condición de candidato y sin representar a Brasil, fue recibido en los últimos meses por el canciller de Alemania, por el primer ministro de Francia y por el presidente del Gobierno de España.
«En cambio Bolsonaro tan solo fue recibido por el rey de Arabia Saudí, que él cree que es democrático», agregó.
En un debate que en sus primeros minutos ambos se acusaron de mentirosos en repetidas oportunidades, Bolsonaro respondió que su política externa le permite a Brasil tener actualmente relaciones con 190 países y una balanza comercial con valores récords.
«Estamos avanzando en el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. El mundo árabe nos recibe de brazos abiertos. Conversé recientemente con el presidente (de Estados Unidos, Joe) Biden. Estamos muy bien en el mundo. Afuera del país están apoyando mi elección», dijo el mandatario.
Según Bolsonaro, la política externa de Lula se limitó a ofrecerle dinero a los países gobernados por presidentes con afinidad ideológica, como los de Cuba, Venezuela y Argentina.
El líder ultraderechista recordó los millonarios préstamos ofrecidos por el banco de fomento al desarrollo brasileño para la construcción del metro de Caracas y de un puerto en La Habana que hasta ahora no han sido pagados.
«El contrato con Cuba dice que la garantía de ese préstamo era tabacos cubanos. Es una vergüenza», dijo.
El líder progresista venció la primera vuelta de las presidenciales con el 48,4% de los votos, frente al 43,2% del ultraderechista, y los sondeos lo señalan como favorito en el balotaje, con el 49% de la intención de voto contra el 44 % de Bolsonaro.