La calificación de “Significativamente Corrupto” por parte de los Estados Unidos a conocidos y altos funcionarios, también dignatarios paraguayos, ha generado una serie de interpretaciones que van desde la pérdida de soberanía y autonomía o intromisión en asuntos internos de parte del país calificador.
La senadora Lilian Samaniego quien pagó a un lobby norteamericanos, US$ 7.500, para encontrarse con unas autoridades de ese país, ahora dice estar orgullosa la que recomendó a Hugo Velázquez que no renunciará a su cargo de vicepresidente porque había sido electo por el pueblo.
La elección popular de ninguna persona le da blindaje, no porque haya sido escogido por voto popular el hombre puede o la mujer, dedicarse a actividades ilícitas y que tenga una condena a una descalificación por parte, incluso del mismo electorado que lo voto.
Los políticos no están blindados de nada, al contrario, como su nombre lo dice, son mandatarios rembijokuai aquellos a los que nosotros los mandantes ordenamos lo que tienen que hacer. Si en algún momento fueron escogidos por el voto de algún sector importante de la sociedad, ese sector puede sentirse desencantado y decepcionado sacándole por lo tanto toda atribución para seguir ejerciendo un cargo que perjudica a todos. La senadora Lilian Samaniego es capaz de caer en una abierta contradicción en menos de dos meses.
