Con el objetivo de durar más en medio del sexo, muchos hombres pueden buscar el retraso de su orgasmo con el objetivo de brindar mayor placer a su pareja, sin pensar que este hecho puede ser contraproducente para su salud y sus genitales.
Retrasar el orgasmo, aguantando la eyaculación es una de las acciones llevadas a cabo por más de un hombre, buscando “durar más” en medio del coito. No obstante, más allá de lo imaginado, retener la llegada al clímax puede ser más contraproducente de lo que esperaban ellos.
Según las declaraciones del doctor peruano Fernando Maestre, para el medio RPP Noticias, aguantar la eyaculación puede ocasionar alteraciones en la sexualidad y trastornos.
“La aparición de este trastorno puede deberse a una serie de factores psicógenos predisponentes como depresión, ansiedad, inadecuada información sexual, educación moral/religiosa restrictiva, escaso tiempo dedicado a caricias pre coitales, problemas con la pareja e incluso miedo a la intimidad”, destacó el profesional.
Así también agregó otros factores de tipo orgánico que influyen en los trastornos, como una deficiente erección, nulo control de los músculos bulbo cavernosos, debilidad de la musculatura del piso pélvico o del músculo en la zona retro testicular.
Como consecuencia de aguantar la orina y la eyaculación se puede generar o agudizar una prostatitis inflamatoria. Esto se puede manifestar con fiebres, escalofríos, inflamación, dolor, ardor entre los testículos y el ano al orinar, micción muy frecuente de día o de noche, dolor pélvico y sangre en la orina.
OTROS PELIGROS
Expertos del King Abdulaziz University explican que la próstata es el principal afectado porque es la glándula que da volumen al líquido eyaculatorio. En algunos casos, el semen puede regresar, meterse en la vejiga y mezclarse con la orina, causando infecciones en vías urinarias, lo que se conoce como eyaculación retrógrada.
De acuerdo a la Clínica Mayo, la eyaculación retrógrada no es dañina, pero puede causar infertilidad. El único otro efecto secundario posible es la orina turbia después de su venida, causada por el semen en su orina.
Por otra parte, las consecuencias físicas no son las únicas que se pueden vislumbrar, pues también podría generar ansiedad y estrés durante la relación sexual porque no se está disfrutando realmente de la estimulación, solo hay concentración para evitar que llegue el clímax.
En algunos casos, también podría hacer que cada vez sea más difícil alcanzar el orgasmo (eyaculación retardada), porque no se permite que el cuerpo libere la tensión sexual.
Según expertos sexuales, si el objetivo central es retrasar el momento del placer, se puede realizar de una manera saludable, con una práctica del sexo mucho más lenta y consciente, donde la estimulación se detenga por completo cada vez que estén cerca del clímax y luego continúe.
De esta manera, el flujo sanguíneo en los genitales se concentrará mucho más y el momento del orgasmo será intenso y duradero. Otra opción es practicar seguido la masturbación para tener un mejor control del cuerpo y no venirse demasiado rápido durante el acto sexual.
Aguantarse el orgasmo puede parecer algo inofensivo o que contribuye a mejorar las relaciones sexuales, pero en realidad, poco a poco va generando problemas de salud y la persona no se permite disfrutar complemente del momento, ni se deja llevar.
Por ello, no deberías presionarte, ni obsesionarte con retrasar tu orgasmo; en su lugar hablá con tu pareja y busquen juntos formas de disfrutar más de sus encuentros sin tener que aguantarse el momento del clímax, pues deberías pensar dos veces antes de evitar tu eyaculación.
DATOS ACERCA DE LA EYACULACIÓN
– De acuerdo al Dr. Maestre, se estima que el 40% de los hombres tratados por trastornos sexuales tienen como queja principal la eyaculación prematura.
– Para el sexólogo mexicano Juan Carlos Acosta, la eyaculación no se puede detener porque viene con una velocidad a km por hora.
– El profesional expresó también que esa fuerza de salida se puede regresar, yendo hacia la próstata, la cual se inflama y puede generar tumores de próstata.
